Hagan memoria; en una conversación cualquiera, alguien pregunta: ¿qué tres cosas te llevarías a una isla desierta? No se acordarán que dijeron años atrás, así que las prioridades las establece el presente. Libros, artículos de pesca, comida, compañía … La variedad en su máxima expresión. Y aunque no quisiera, algo siempre le acompañará: el sufrimiento. La tensión continuada de un perico que, sabiéndose con posibilidades de alcanzar el liderato en campo del colista, sufre pensando que Cartagena, o cualquier estadio de la liga, es la final de la Copa del Mundo.
Monitorizado el partido, sobresalió dentro de la señal plana, la defensa, con el sobresalto de Pacheco, portero que tropieza dos veces en el mismo pase. Omar al que nadie imagina ausente ni por rotaciones, Sergi aplicado en la fórmula de no complicarse, versión de Cabrera infranqueable en el cuerpo y cuerpo y un Brian dominador amplio sobre las vías de su carril.
La semana de tres partidos si trajo modificaciones en el bloque medio: Pol jugó demasiado mirando a portería propia y trabajaba el doble al recibir y girar, a Expósito le penalizó la sensación de suficiencia en su lenguaje corporal y a Nico le aplicaron por los subterráneos del Cartagonova todos los palos posibles.
Que los goles no borren algunas consideraciones de una tripleta de ataque superior a la categoría: Puado falla la misma de Levante y lo enmienda con asistencia y cambio de orientación impecable para el segundo, Milla enchufó la primera que tuvo y perdió la mayoría de balones que volvió a tocar y Braithwaite corrió demasiadas veces solo y marcó cuando a esas horas ya duermen en Dinamarca, seleccionador incluido.
En uno de esos momentos ya cien veces visto, los cambios debían salvar el resto del encuentro: Gragera tuvo lapsus de entendimiento, Aguado se contagió y Calero entraba con la incertidumbre que siempre ocasiona el cambio de un central. Amnistiado de sus pecados, Óscar Gil tuvo unos minutos y Ramon los mismos, que aprovechó para asistir desde el extremo, a donde quizá se deberá acostumbrar.
Arriba del todo por primera vez en la temporada. La isla del primer clasificado a la que todos quieren llegar. No es hoy lo más importante, aunque si motivador. Nos hemos aclimatado a la condición de náufrago de la categoría. Nos dijeron que podremos salir de ella con los remos, el primero de los artículos que nos llevamos. También será con el apoyo de todos, segundo objeto preciado. El tercero que lo elija cada uno. Yo he cogido papel y boli, para escribirles a La Liga una carta hablándoles de los árbitros y los horarios.
Juan José Caseiro