El ex portero del Espanyol Carlos Kameni, en una entrevista concedida a Lorena González de ‘Relevo’, explica con todo lujo de detalles el porqué de su mala relación y ruptura con Mauricio Pochettino cuando el argentino era entrenador del Espanyol en la temporada 2011-12, algo que acabó desembocando en su marcha de la entidad perica. «Yo no tengo problemas con nadie, vivo con la conciencia muy tranquila y cuando pasa algo, intento arreglarlo con la persona. Fue muy raro. Al principio jugaba y me entendía muy bien con él. Pero todo empezó con el final de Tamudo. Había un partido en casa contra el Málaga y no le quería poner: era su despedida ante la afición. Me tocó la rueda de prensa en la previa, me preguntaron qué opinaba y dije que no veía normal que no hiciera su despedida en su campo, delante de su gente. Con todo lo que había hecho para el Espanyol, al menos se merecía una salida así».
Kameni: «Pochettino me preguntó si estaba de su lado o en su contra»
Y prosigue el ex portero del Espanyol Carlos Kameni: «Al día siguiente, Pochettino me preguntó si estaba de su lado o en su contra. Yo sólo había contestado como ser humano y amigo de los dos, y no me metía en sus cosas. Ahí fue el principio. Acabó la temporada, yo lo tenía casi cerrado con la Roma de Luis Enrique, pero al final el director deportivo me hizo una jugada. Al llegar a la pretemporada de Perelada, el ambiente era otro, me hacía correr sin tocar balones, se veía que no contaba conmigo… Pero esa temporada, no fui convocado al primer partido. Después estaba en el banquillo, Cristian Álvarez era el titular. Luego jugué: yo sólo llevaba el brazalete el día de partido, porque cuando se reunían los capitanes, Javi Márquez, Verdú y Cristian, yo me quedaba en el vestuario con el resto de los compañeros. La relación estaba rota, sin explicaciones. A la siguiente temporada ya se hablaba de mi salida al Málaga y me fui”.
Kameni dibuja un Pochettino controlador que espiaba desde su despacho
Kameni, que hace especial hincapié en la amistad de Pochettino con el entonces presidente del Espanyol Dani Sánchez Llibre, admite que “le apoyamos en su idea de quitarle la capitanía a Tamudo. Era una persona con la que te tenías que posicionar a favor o en contra. Él quería tener una sensación de que controlaba todo. A veces lo veías espiándote desde su despacho, en la ventana, viendo con quien hablabas… O le preguntaba a los jugadores jóvenes por conversaciones o a uno de los fisioterapeutas».