La declaración de la Renta está a la vuelta de la esquina y Hacienda ha anunciado que las personas que no la hagan correctamente, pueden estar sujetas a sanciones. Será el próximo día 3 de abril cuando comience la campaña de la Renta, que se extenderá hasta el 1 de julio.
La declaración de la Renta es crucial para saldar las cuentas con el fisco a través de la aportación del correspondiente porcentaje de IRPF con el que cada ciudadano debe contribuir con Hacienda. El hecho de no hacer la Declaración de la Renta en el plazo establecido o, de intentar defraudar al fisco, puede salirnos más caro que cumplir con nuestros tributos.
Los que tienen que declarar en la Renta
Ante esta obligación tributaria muchos se preguntarán, ¿somos todos los que tenemos que hacer la declaración de la Renta? La respuesta es que no. Solamente las personas que superen unos límites de ingresos anuales son las que están obligadas a hacer esta gestión y aportar a la Agencia Tributaria su tributo.
Son algunas las personas que aún superando ese límite defraudan a Hacienda no declarando parte de sus ingresos o llevando a cabo prácticas contrarias o diferentes a las establecidas para ahorrarse impuestos. Las personas que obtengan ingresos de 22.000 euros anuales de un solo pagador y, en el caso de que provengan de más de un pagador, 15.000 euros anuales son las que tendrán que hacer la Declaración de la Renta.
El objetivo de la Declaración de la Renta
Muchas personas recordarán el eslogan “Hacienda somos todos” que rezaba a finales del mes de mayo de 1978 la campaña publicitaria promovida desde el Ministerio de Hacienda y que tuvo como objetivo cambiar la actitud de los contribuyentes. Y es que muchas veces el hecho de tener que contribuir con unos ingresos que nos parecen “demasiados” a Hacienda hace que nos olvidemos del objetivo de la recaudación por parte de la Agencia Tributaria que, como aclaraba dicha campaña, no es otro que el de recaudar fondos para la economía que pueden beneficiar a todos los ciudadanos.
Mediante la campaña de la Renta, cada año se recauda un porcentaje de IRPF de cada uno de los contribuyentes en calidad de sus ganancias personales. Estas ganancias son por rendimiento de trabajo (nóminas mensuales e ingresos en el caso de autónomos), pero también hay que declarar a Hacienda otras ganancias como las que provienen del sector inmobiliario, herencias o beneficios de inversiones como acciones o depósitos.
Las sanciones por hacer mal la Declaración de la Renta
Hacienda puede castigar con sanciones a las personas que no presenten la Renta a tiempo y en los plazos detallados anteriormente a su declaración. También impondrá sanciones a aquellas personas que presenten documentos falsos al organismo, omitan ingresos, no se identifiquen con su NIF o presenten deducciones incorrectas.
Estas sanciones están recogidas en el artículo 191 de la Ley General Tributaria. Las cantidades de las multas varían dependiendo de la gravedad de la acción.
- En los casos más graves (se imponen a partir de 3.000 euros no declarados), la sanción puede oscilar entre el 50% y el 100%. Un ejemplo de esta sanción sería la siguiente: si un contribuyente no declara una cantidad de 10.000 euros, las multas podrían ser de 5.000 a 10.000 euros.
- En infracciones leves (hasta 3.000 euros no declarados), la multa es del 50% de la cantidad omitida. Un ejemplo en este caso sería que si un contribuyente no ha declarado 1.000 euros en la Renta y Hacienda lo descubre, podría tener que pagar 500 euros.
- En caso de que la infracción se llegue a considerar una infracción muy grave o fraudulenta, las multas podrían llegar a ser hasta del 150% de la cantidad.