El Espanyol de Luis Miguel Ramis, tras su milagrosa victoria en Ipurúa ante el Eibar en la anterior jornada de LaLiga Hypermotion, afrontaba una visita la del Huesca que en teoría debía estar marcada en rojo. A tan solo dos puntos del liderato y en una jornada en la que Leganés y Eibar se enfrentaban entre sí, el Espanyol no podía permitirse un error pero los blanquiazules volvieron a desaprovechar una oportunidad valiosa que les hubiese permitido compartir la cabeza de la clasificación con el conjunto del sur de Madrid. Aparte de un empate que sólo pareció convencer mínimamente al vestuario y al técnico, las sensaciones que dejaron los de Ramis frente al cuadro azulgrana fueron penosas, tanto en una primera parte para olvidar, indigna de un equipo que se estaba jugando tanto, como en una recta final del partido en que se echó en falta una reacción parecida a la de una semana antes en Ipurúa, pero por lo visto el miedo del entrenador a perder y su máxima de no perder en ningún momento el orden prevaleció sobre las ganas de llevarse los tres puntos.
El Espanyol, incapaz de imponer su teórica hegemonía en LaLiga Hypermotion
A pesar de que el Espanyol comenzaba la presente edición de LaLiga Hypermotion con la condición de claro favorito al ascenso directo, lo cierto es que ni las sensaciones ni los resultados son los que la afición blanquiazul esperaba el pasado verano. En un año especialmente igualado por lo que respecta a la zona alta de la tabla, sin ningún equipo que se haya destacado de manera significativa ni en la zona de ascenso directo o playoff -entre el líder Leganés y el 12º clasificado, el Tenerife, hay apenas 10 puntos de diferencia- el Espanyol no ha sido capaz de hacer valer su supuesta hegemonía y sólo puntualmente ha sacado la cabeza en la zona que da derecho a subir de manera directa a Primera división, y cuando lo ha hecho no ha sabido mantenerse.
Los blanquizules llevan 18 jornadas sin ser líderes -lo fueron en la jornada 11, a mediados de octubre-, lo que habla bien a las claras de lo decepcionante de la marcha de un equipo como el Espanyol, con todas sus particularidades y exigencias. Un punto clave en el curso fue la decisión de Fran Garagarza de despedir a Luis García para situar en el banquillo a Luis Miguel Ramis, un preparador de perfil conservador cuya propuesta futbolística en ningún momento ha seducido a la afición blanquiazul. El aspecto más positivo de lo que llevamos de curso es que pese a las malas sensaciones que emanan del banquillo y del verde, el equipo está aún a tiempo de lograr su objetivo, el ascenso directo, y quien sabe si de mejorar un juego que hasta el director deportivo del Espanyol y supuestamente gran valedor de Ramis ha criticado ante seguidores blanquiazules. El reto más inmediato pasa por mejorar la versión del equipo a domicilio: se han ganado tres partidos lejos del Stage Front Stadium, tres en la anterior etapa con Luis García al frente –Mirandés, Levante y Cartagena– y uno con Ramis –Eibar-; con el triunfo en Ipurúa se rompió la funesta estadística del tarraconense a domicilio, pero hay que ser conscientes de que esa manera de llevarse los tres puntos no va a repetirse en cada salida, y que hay que proponer más si se quieren conseguir victorias cara al objetivo final.
El Espanyol se la juega en territorio hasta ahora hostil, fuera de casa
Ahora, este Espanyol de Ramis encara un tramo de temporada donde tendrá especial importancia esmerarse lejos del Stage Front Stadium; en teoría, este mes de marzo que se estrenaba ante el Huesca parecía propicio para los intereses blanquiazules, pero el imperdonable tropiezo ante los de Antonio Hidalgo obliga a mejorar a domicilio ya que tres de los cuatro partidos que restan por jugar este mes son como visitantes. El próximo domingo el Espanyol visita al Alcorcón, para el cual el encuentro de Santo Domingo es una verdadera final ya que se hallan en una delicadísima posición clasificatoria; a priori debería ser un escenario propicio para sumar de tres, dado que los alfarereros son los terceros peores locales de la categoría, con sólo tres triunfos, seis empates y cinco derrotas, 9 goles a favor y hasta 14 en contra. Una semana más tarde, nuevo desplazamiento esta vez a la Romareda para enfrentarse al Real Zaragoza, que tras haber sido uno de los destacados del primer tramo de curso navega sin rumbo por la mitad de la tabla; como local, el cuadro blanquillo es sólo el 17º mejor de la categoría, con seis triunfos, tres empates y otras seis derrotas, 17 goles a favor y catorce en contra. Una semana después, el sábado 23, el Espanyol juega su único encuentro en el Stage Front Stadium ante el Tenerife, y para acabar el mes, tocará rendir visita al actualmente mejor local de la categoría, el Burgos; el conjunto castellano ha hecho de El Plantío un fortín, con 37 puntos sumados -5 más que los pericos en su feudo-, fruto de once victorias, cuatro empates y ninguna derrota, siendo el único conjunto de LaLiga Hypermotion que de momento no ha perdido en su feudo. El balance de goles impresiona, con 25 goles a favor sólo siete en contra.
El calendario de los rivales del Espanyol por el ascenso
En este mismo mes de febrero, los actuales rivales directos del Espanyol, Leganés y Eibar, tienen estos compromisos: los pepineros juegan en el campo del Amorebieta; reciben al Mirandés; desplazamiento a La Cerámica para vérselas con el Villarreal B; y partido en casa ante el Cartagena. Por lo que toca al conjunto armero, recibe al Burgos y al Villarreal B en Ipurúa; luego, desplazamiento a Valladolid; y partido en casa ante el Eldense.
Por detrás en la tabla, el peligro acecha al Espanyol en forma de cuatro equipos que están a un partido de atrapar a los de Ramis. El Elche juega en casa del Villarreal B; después recibe al Albacete; afrontará más tarde un duro derbi valenciano en campo del Levante; y cerrará el mes en A Malata ante el Racing de Ferrol. El Sporting visita en Orriols al Levante UD; recibe al Alcorcón; se desplaza a Lezama para vérselas con el Amorebieta; y finaliza este tramo del calendario en El Molinón ante el Racing de Santander. El Valladolid recibe al Real Zaragoza en Zorrilla; juega en el Ferrol; se enfrenta en casa al Eibar; y cierra el mes de marzo también en su estadio frente al Levante. Y finalmente el Burgos visita Ipurúa, donde espera el Eibar; recibe al Levante; se desplaza a El Alcoraz para jugar ante el Huesca; y acaba este tramo de curso jugando ante el mismo Espanyol en El Plantío.
Evidentemente, tras el tropiezo en casa ante el Huesca de la pasada jornada o los de Ramis mejoran sustancialmente sus prestaciones a domicilio o se complicará enormemente el objetivo del ascenso directo, ya que se presenta como absolutamente perentorio sumar esos puntos sobre todo teniendo en cuenta que posteriormente, lejos de casa, el calendario se complica aún más con visitas a Leganés (J35), Elche (J37) y Valladolid (J39).