El Espanyol ha cerrado la temporada 2022-23 con un descenso a Segunda División después de una campaña para olvidar y con algunos datos que invitan a la reflexión para confeccionar la plantilla de la 2023-24, en que intentará volver a Primera. Hay que aprender de cómo operó en el mercado el aún director deportivo Domingo Catoira para no volver a incurrir en los mismos errores, y formar un grupo equilibrado en todas las líneas, sin carencias y con todas las posiciones bien cubiertas. No es develar ningún secreto que la forma en que gestionó el mercado de verano 2022 fue muy deficiente, totalmente condicionada a la venta de Raúl de Tomás, configurando una plantilla desequilibrada con algunos fichajes incomprensibles y posiciones mal cubiertas. La entidad dio salida a Diego López, David López, Embarba, Vargas, Melendo, Oier y Raúl de Tomás, mientras que llegaron al RCDE Stadium Edu Expósito, por 4,5 millones, Álvaro Fernández, a préstamo por 400.000 euros, Lecomte, Vini y Dani Gómez, cedidos, Lazo, Braithwaite, Joselu y Brian Oliván. De todos ellos, sólo los tres últimos han sido importantes para los técnicos. Lo cierto es que la entidad se olvidó de la defensa en el mercado de verano: en el lateral derecho, sólo estaba Óscar Gil. El club también buscó un central que no llegó al romperse a última hora la llegada de César Montes, y en el lateral zurdo, otro problema, con Adrià Pedrosa ausente buena parte del curso Brian Oliván no ha tenido competencia en su carril. A ello se suma el gran drama de la portería: el Espanyol no renovó a Diego López ni Oier, y llegaron Lecomte y Álvaro pero sus muchos errores y obligaron al club a volver a mover ficha en enero. Pese a hacer una gran inversión en el mercado de invierno para subsanar todos estos errores, lo cierto es que no fue suficiente para conseguir un objetivo de mínimos como era la permanencia; el Espanyol se lanzó invirtiendo 13 millones de euros en César Montes, Pierre Gabriel, Denis Suárez, José Gragera y Fernando Pacheco.
El equipo más goleado es también el sexto más goleador
Este desequilibrio en la plantilla puede trasladarse al contraste existente entre ataque y defensa, absolutamente sintomático: el Espanyol, con los tres goles encajados contra el Almería en la última jornada (3-3), cierra el curso como el equipo de Primera más goleado, con 69 dianas en contra, dos más que el Elche y cuatro más que el conjunto indálico. Desde hace semanas todas las voces del vestuario han reconocido que la inseguridad atrás ha sido un lastre clave para explicar la pérdida de categoría. Por el contrario, el Espanyol ha marcado 52 tantos y siendo el sexto conjunto más realizador de Primera, sólo superado por los 75 del Real Madrid, los 70 de FC Barcelona y Atlético, los 59 del Villarreal y los 58 del Girona. Además, Joselu Mato ha cerrado la competición como el máximo realizador español con 16 goles. Si analizamos los números de toda la delantera y le sumamos los 10 goles de Martin Braithwaite y los 7 de Puado, nos da un total de 33 dianas, cifra más propia de un equipo que hubiese de estar luchando por objetivos más ambiciosos. Hay un dato curioso: como hemos dicho, el Espanyol cuenta con dos jugadores que han marcado 10 o más goles en esta Liga –Joselu y Braithwaite-, convirtiéndose en el segundo equipo que desciende con dos futbolistas distintos con esta cifra en la temporada en todo el siglo XXI; antes, había sucedido con el Zaragoza 2007-08, con Ricardo Oliveira (17) y Diego Milito (15).