Carlos Romero lidera la remontada del Espanyol ante el Athletic Club en San Mamés con su mejor gol como profesional. «Creo que sí, sí que es el mejor», confesaba un Carlos Romero que no podía esconder la sonrisa tras el pitido final. El lateral izquierdo fue el autor del 1-1 con un golazo desde fuera del área que encendió la chispa de la remontada perica en un escenario tan simbólico como San Mamés. “Encima hacerlo aquí en este estadio es precioso”, remarcaba el MVP del partido, que aún tenía el subidón metido en el cuerpo. Y no era para menos.
“Sabíamos el campo que era… aquí se sufre muchísimo”
Pocas veces se ve a un futbolista tan honesto con lo que cuesta ganar un partido así. «Aquí se sufre muchísimo», soltó sin adornos. Porque sí, ganar en Bilbao no es solo fútbol, es carácter, es aguantar la embestida del Athletic y saber resistir hasta encontrar tu momento. “La verdad es que lo veníamos diciendo esta semana, que era súper importante ganar. Veníamos con la mentalidad de sacar tres puntos de aquí”, explicó Romero, que valoró especialmente el trabajo del equipo: “Hemos hecho un trabajo increíble”.
“Muy felices por toda la gente que nos ha acompañado hoy”
El zaguero también tuvo palabras para la afición perica desplazada a Bilbao, que no fue poca. “El ambiente ha sido espectacular y muy felices por toda la gente que nos ha acompañado hoy, que ha estado aquí, que los hemos sentido y se van felices a Navidad”, decía, señalando lo especial que es cerrar el año así, con una victoria de las que se recuerdan por mucho tiempo y que deja al Espanyol con 33 puntos en la mochila.
“Cinco victorias seguidas… no es casualidad”
Cuando le preguntaron por la clasificación, Carlos no quiso lanzar las campanas al vuelo, pero tampoco se quitó mérito. “Bueno, hay que disfrutar el momento. Creo que son cinco victorias seguidas. Habla muy bien de lo que estamos haciendo, del trabajo, del nivel de todos y creo que es merecido. No es casualidad lo que estamos haciendo y hay que seguir por esta línea”.
Y es que la dinámica del Espanyol ya no se puede explicar solo como una racha. El equipo de Manolo González ha encontrado una identidad clara, y eso se nota también en el discurso de sus jugadores.
“El día que perdamos la humildad dejaremos de ganar”
Lejos de cualquier euforia desmedida, Romero dejó bien claro cuál es el secreto del éxito de este Espanyol: “Sobre todo la humildad y el trabajo, ¿no?”. Y añadió: “Desde el míster siempre nos ha inculcado eso. Ya veníamos haciéndolo y desde el primer partido de Liga no nos hemos crecido. Hemos seguido trabajando, sabemos lo que somos y el día que lo perdamos pues dejaremos de ganar”.
Palabras que resumen el espíritu de un grupo que ha pasado por momentos duros, que ha sido señalado, pero que ahora cierra 2025 metido de lleno en la lucha europea y con la confianza por las nubes.
Romero se apunta su obra maestra… y lo sabía desde que golpeó
Por último, Carlos Romero revivió el momento exacto del gol. “Conforme ha salido del pie sabía que iba adentro y ya me había ido hacia un lado”, reconoció. Una acción que define la confianza que tiene ahora mismo, en uno de los mejores momentos de su carrera. Y como remate, un guiño al portero rival: “Encima a un porterazo puede ser más mérito, ¿no?”.
“Sabía que iba adentro”
Sobre el gol, Romero confesó que la confianza ya estaba ahí incluso antes de que el balón saliera de su bota. “Sí, sí, la verdad es que justo ayer, el día de antes que hacemos balón parado, le pegué una de empeine que no sé dónde la mandé y me dijeron todos interior y hoy he hecho casi”, relató entre risas. Y cuando llegó el momento decisivo, no dudó: “Por suerte, nada más ha salido. Sabía que iba adentro y la verdad es que muy feliz por el gol y sobre todo por llevarnos los tres puntos”.
“Súper felices, estamos en un momento muy bueno”
La alegría por el gol fue evidente, pero Carlos Romero quiso ir un paso más allá y poner el foco en el momento colectivo. “Bueno, la verdad es que súper felices, ¿no? Veníamos aquí con la mentalidad de ganar y la verdad es que estamos en un momento muy bueno, disfrutando”, explicó tras el partido. Las cinco victorias consecutivas pesan más que cualquier acción individual, y así lo dejó claro: “Son cinco victorias seguidas que nos hemos merecido, que esto no es casualidad y hay que seguir por esta línea y ahora, pues, irnos a Navidad felices”.
“Por nosotros que no se acabe nunca”
Cuando le preguntaron hasta cuándo puede durar esta racha, Carlos no escondió su ambición. “Bueno, por nosotros que no se acabe nunca. Como si es uno, ojalá que sean todos. Nos encanta ganar, estamos disfrutando”, dijo con naturalidad. La mentalidad del vestuario está clara: “Creo que la mentalidad de todo el equipo es de ganar siempre y eso no hay que perderlo. El día que lo perdamos no seremos nosotros y creo que el vestuario tiene en la mente que siempre queremos ganar”.
Un equipo tranquilo… y una afición desatada
Pese a la euforia que se vive fuera, dentro el mensaje es de calma. “Bueno, el equipo tranquilo, tranquilo y muy felices”, explicó. Y volvió a destacar el papel de la afición: “Sobre todo por ver a nuestra gente, ¿no? Que hoy había un montón de aficionados aquí. Los vemos felices, están locos, ¿no? Siempre nos acompañan a todos lados”. Para Romero, esa conexión es lo que hace especial al Espanyol: “Nuestro estadio siempre lo sentimos y creo que es lo bonito que tiene este club. Su gente, lo que nos hacen sentir y ojalá que no lo pierdan nunca”.
“Hay que llegar cuanto antes a los 42”
Preguntado por si el equipo ya se siente en Europa, el lateral fue prudente. “Bueno, hay que tener los pies en el suelo y llegar cuanto antes a los 42”, recordó. Con 33 puntos ya en el saco, el mensaje es claro: “Cuando lleguemos a los 42 pues obviamente que ya hablaremos de otras cosas, pero hay que tener la mentalidad de cuanto antes conseguir los 42 puntos”.
Un 2025 para no olvidar
El balance del año también invita a la reflexión. “Al final veníamos sufriendo hasta el invierno del año pasado y creo que a partir de ahí el equipo cambió totalmente la mentalidad”, explicó Romero. “Se vio otro equipo y estamos disfrutando de esto. No hay que perderlo, hay que seguir, como digo, por esta línea y hay que disfrutar del momento, que esto es muy difícil y la verdad es que lo que estamos haciendo es increíble”.
Trabajo, humildad… y sentirse una familia
El cambio no fue casual. “Sobre todo con el trabajo y humildad, darnos cuenta, ¿no?”, explicó. “Hubo un momento que lo pasamos muy mal el año pasado y a partir de ahí nos juntamos todos, nos dijimos las cosas a la cara y el equipo reaccionó”. El resultado es evidente: “Somos más fuertes en el vestuario, somos una familia y no es casualidad que en el campo se nos vea así”.
Manolo González, la figura que lo ha unido todo
Romero también quiso subrayar el papel del entrenador. “Creo que es la figura que ha unido todo, tanto a la afición como al equipo”, afirmó. “Ahora vamos todos a uno, estamos súper unidos y la afición sobre todo está orgullosa de la figura del míster porque no engaña a nadie, dice las cosas como son y creo que eso le da mucho valor”.
Navidad, desconectar… y el derbi en el horizonte
Por último, Carlos habló del parón navideño y de lo que viene después. “Hay que disfrutar, creo que ganar cinco victorias seguidas no es nada fácil”, reconoció. Tiempo para desconectar, pero sin perder el foco: “Es momento de desconectar la mente, que también viene bien, y ya cuando volvamos prepararemos el derbi. Es un partido más que hay que sacar los tres puntos y la afición espero que esté con nosotros y nos apoye a conseguirlo”.
Así, entre sonrisas y mucha verdad, Carlos Romero se va a casa como el gran héroe del último partido del año. El Espanyol ha firmado un final de 2025 para enmarcar. Y Carlos, con su zapatazo, ha escrito una de las páginas más bonitas.