La UE Cornellà ya ejerce como local en el RCDE Stadium, donde jugará todos sus partidos en casa de la presente temporada. Los verdiblancos se estrenaron en el estadio perico el pasado domingo ante Osasuna Promesas en la segunda jornada de Primera RFEF. El equipo de Gonzalo Riutort no tuvo el debut soñado ante su afición, puesto que perdió por 1-3. Los locales se avanzaron por medio de Redru, pero los navarros le dieron la vuelta al marcador con un doblete del exespanyolista Pau Martínez y otro tanto de Barbero.
Dejando de lado el resultado, la primera toma de contacto de la afición de la UE Cornellà con el RCDE Stadium fue bastante positiva. La afición verdiblanca ocupó buena parte de la tribuna presidencial que se sitúa junto a los banquillos del templo espanyolista, Esta zona es la única que se abrirá en los duelos de este equipo. Además, los seguidores locales tuvieron un gran gesto con el Espanyol al aplaudir en el minuto 21 del partido en memoria de Dani Jarque. Al finalizar el encuentro, el club perico también tuvo un buen detalle con su vecino al iluminar de verde la fachada del estadio, que se suele teñir de blanco y azul cuando juega el RCDE.
Con su traslado al momentáneo estadio del Espanyol, la UE Cornellà se convierte en el tercer equipo que utiliza el estadio blanquiazul de manera provisional. ‘La Grada’ ha podido descubrir este dato gracias a la hemeroteca del historiador perico Orol Pagès. El primer club en utilizar el feudo espanyolista durante un tiempo fue la UE Sants. La entidad barcelonesa abandonó su campo del Carrer Galileu a mediados de la temporada 1963-64 y llegó a un acuerdo con el RCDE para jugar en el estadio de Sarrià desde ese momento hasta verano de 1966. No obstante, el trato de colaboración entre los dos clubes finalizó en 1965 porque el entrenador del Espanyol, Ladislao Kubala, y jugadores como Alfredo di Stéfano se quejaron de que la hierba acababa en muy mal estado tras los partidos de la UE Sants.
En la temporada 1969-70, fue la UE Sant Andreu quien jugó como local en Sarrià. El club cuadribarrado decidió someter al Narcís Sala a un proceso de remodelación que obligó a que se cesara la actividad en esta instalación entre octubre de ese mismo año y marzo del siguiente. Mientras duraban estas obras, el Espanyol cedió el templo perico a sus vecinos. Precisamente, ambos equipos coincidieron en Segunda División en el curso 1969-70. De hecho, las obras del Narcís Sala empezaron cuando ya había arrancado la temporada y, precisamente, el último rival en visitar el feudo cuadribarrado antes del inicio de su reestructuración fue el RCDE, que se llevó la victoria por 0-2. Meses más tarde, estos dos conjuntos volvieron a enfrentarse cuando ambos utilizaban Sarrià para sus partidos en casa. Los pericos fueron quienes ejercieron como locales en aquel encuentro, pero no lograron pasar del empate a uno. Al final de esa temporada, el Espanyol ascendió y la UE Sant Andreu finalizó en octava posición.
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