El Espanyol visitará al Sporting de Gijón el próximo sábado 28 de octubre a las 18:30 horas en un encuentro correspondiente a la jornada 13 de LaLiga Hypermotion. Los pericos buscarán llevarse un triunfo de El Molinón, una misión que se aventura complicada por diversos motivos. El primero de ellos es el estado de forma de los rojiblancos, que son octavos en la tabla y solo tienen dos puntos menos que el RCDE. Ahora mismo, no hay duda de que los asturianos son candidatos al ascenso.
Los sportinguistas suelen puntuar en todos los partidos
Otro aspecto que hace presagiar un compromiso muy difícil para el cuadro catalán es la actual dinámica del Sporting de Gijón. El equipo que dirige Miguel Ángel Ramírez vende muy cara su piel y buena prueba de ello es que solo ha perdido un partido en las últimas nueve jornadas, mientras que ha ganado otros cinco y ha empatado cuatro. Los gijoneses tan solo suman tres derrotas en este curso y dos de ellas tuvieron lugar en los tres primeros duelos del curso.
Nadie ha ganado en el feudo del Sporting
Por último, hay que resaltar que los asturianos no han perdido en El Molinón desde que se inició la presente campaña. El Sporting de Gijón ha disputado cinco enfrentamientos en casa, de los cuales ha ganado cuatro y ha firmado las tablas en uno. De hecho, contaba todos sus partidos como local por victorias hasta el último encuentro ante su público, donde empató a dos ante el Real Zaragoza. En aquel choque, los aragoneses llegaron a tener una ventaja de 0-2, pero los rojiblancos evitaron la derrota con dos goles en el tramo final. La segunda de esas dianas fue cómica, ya que llegó después de que Pablo Insua le quitara el balón de los pies a Gaëtan Poussan, portero visitante, antes de marcar a portería vacía.
Teniendo en cuenta todo esto, es evidente que el Espanyol afrontará uno de los desplazamientos más difíciles del curso el próximo sábado. Sin embargo, no hay excusas. Los pericos están obligados a ganar porque, en caso contrario, corren el riesgo de alejarse del liderato, salir de los puestos de ascenso directo e, incluso, verse fuera de las posiciones de play-off.