El Espanyol finalizaba este sábado su stage de pretemporada en tierras marbellíes. Diez días de trabajo en el Marbella Football Center en una estadía marcada por un lado por la rigurosísimas condiciones meteorológicas -un calor asfixiante que ha generado las quejas incluso de algunos de los integrantes de la expedición blanquiazul-, una herencia envenenada por parte de Diego Martínez, ya que la decisión de repetir en este escenario y en estas fechas se tomó por indicación suya durante su estancia en el banquillo. También ha sido uno de los temas determinantes la ausencia de fichajes, una falta de refuerzos que convierte al Espanyol en el único club del fútbol profesional nacional que no ha hecho ni una incorporación. Y finalmente, otro de los asuntos que han sido trending topic durante estas casi dos semanas de estancia en tierras andaluzas ha sido el acto de rebeldía de Martin Braithwaite, que todo parece indicar acabará con la salida del delantero danés de la entidad con la que aún tiene contrato por una cantidad sensiblemente inferior a los 7’5 millones de euros que cuesta su libertad tras el descenso de categoría.
El caso Braithwaite ha hecho daño
Por mucho que desde el club se insista en la correcta gestión que se ha hecho del mismo, este caso Braithwaite ha hecho más daño del que pudiese pensarse al Espanyol. Primero, a nivel de confianza, ya que el entorno blanquiazul está cansado que indefectiblemente cada verano haya un culebrón con los ‘9’; la situación límite que se ha producido con el delantero danés no es nueva para el Espanyol, que desde 2018 se ha mostrado incapaz de conservar a sus principales referentes ofensivos, algunos empleando injustificables medidas de presión. Tras el escándalo protagonizado el pasado verano por Raúl de Tomás, en éste, antes de que estallase el caso Braithwaite, fue Joselu el que dejó colgado al Espanyol para fichar por el Real Madrid a cambio sólo de 1,5 millones de euros, lo que supuso un duro golpe para una afición que había convertido al ariete en un auténtico ídolo. Además, esa marcha vino acompañada de un pacto con el Real Madrid para tener preferencia por algunos hombres que pidiese interesar del filial blanco, el Castilla, pero a día de hoy no ha dado ningún fruto. Con la más que probable salide de Braithwaite el equipo perderá la mitad del gol que acreditó el pasado curso en Primera, ya que de los 52 dianas en LaLiga 2022-23, Joselu consiguió 16 y el danés, otros diez. En cualquier caso, el Espanyol se verá obligado a alterar su orden de prioridades -hasta ahora era un lateral izquierdo- e ir al mercado a por un goleador de garantías. Y todos sabemos el alte coste que tiene esto.
La continuidad de hombres como César Montes y Sergi Darder, en el aire
Entre estas dudas que no ayudan a serenar el ánimo del aficionado del Espanyol están las incógnitas al respecto de la continuidad de algunos hombres importantes, como el mexicano César Montes y en especial de Sergi Darder. El de Artà costará hasta el próximo martes 10 millones de euros, cifra que se incrementará hasta los quince llegado el mes de agosto. Ello hace pensar que en los inmediatos próximos días habrán movimientos ante los que el club se remitirá sistemáticamente a la citada cláusula. De confirmarse la marcha del mallorquín, Luis García perderá a su jugador franquicia y una de las piezas clave en el conjunto que estará obligado a retornar a la máxima categoría. Además, su marcha supondría un nuevo torpedo a la confianza de una afición que tiene otros motivos de preocupación.
La falta de refuerzos, pese a las justificaciones del club, preocupa
Entre ellos, como apuntábamos, está la falta de refuerzos. Pasan las semanas y avanza el mercado y las mismas carencias del pasado curso siguen sin resolverse, con lo que hay posiciones que continúan siendo un quebradero de cabeza. El trabajo se acumula para los responsables deportivos, ya que toca acelerar por las renovaciones de hombres como Pol Lozano o Nico Melamed -ésta, como hemos explicado en ‘La Grada’, con el agravante que tiene fecha de caducidad, ya que si no hay acuerdo este verano podríamos empezar a despedirnos del talentoso futbolista-. A todo ello cabe sumar la situación de los jugadores que no entran en los planes de Luis García -de momento, Miguelón es el único que sabe que de no hallar una salida será rescindido-. Muchas carpetas sobre la mesa del nuevo director deportivo Fran Garagarza, que ha de asumir mucho trabajo pendiente en un club que estuvo nada más ni nada menos que tres semanas sin nadie al frente del Área tras la decisión de prescindir de Domingo Catoira. La esperanza es que todavía queda un mes de mercado y la plantilla, como afirmaba recientemente Luis García, aún puede cambiar mucho, esperemos que para bien. Lo que suceda en este próximo mes de agosto, en especial en el tramo final del mercado en que se confía aparezcan oportunidades acordes a las necesidades y posibilidades de la entidad, será determinante.
El juego evoluciona positivamente pero aún no ilusiona
Por si fuese poco, el equipo no ha sido capaz de ilusionar con el juego mostrado ante Cádiz CF, UD Las Palmas y Al-Wakrah; pese a haber conseguido resultados positivos y de haber evidenciado una ligera mejoría con el paso de los encuentros, lo cierto es que la propuesta aún no genera confianza entre una masa social recelosa a la que aún duele el pobre rendimiento de estos mismos hombres el pasado curso en Primera. Por mucho que se insista que la plantilla es propia de la máxima categoría, aún preside la mente del aficionado el aficionado el hundimiento que vivió este mismo equipo durante gran parte del campeonato, y la impresión generalizada es que o se acometen reformas importantes o no dará para lograr el objetivo.
Pol Lozano y los jóvenes, notas positivas
No han faltado en el stage notas positivas, entre ellas, la irrupción de Pol Lozano, tal vez el futbolista que mejor ha entendido lo que supone bajar al barro, posiblemente porque él lleva tiempo viéndose obligado a hacerlo. El catalán tiene todas las características necesarias para convertirse en el brazo ejecutor de la propuesta de Luis García, y su implicación es sin duda una de las notas más positivas de todas estas semanas junto a la reivindicación de algunos futbolistas de la cantera que han presentado candidatura para ser piezas a las que recurrir en un año en que será preciso el concurso de todos.
Luis García y Fran Garagarza, un equipo que va de la mano
También cabe destacar entre los motivos para la esperanza la forma en que Luis García está manejando las diferentes situaciones que se le están presentando. Hombre de club por sincero convencimiento, su buena sintonía con Fran Garagarza, un hombre que va de frente como el asturiano, hace pensar que actuarán de forma perfectamente coordinada en lo que resta de mercado; además, la gestión del caso Braithwaite demuestra cómo ha madurado a pasos agigantados para afrontar situaciones complicadas a nivel de vestuario como ésta. Además, el predicamento del que goza en la plantilla en una baza importante para lograr la continuidad de futbolistas que aún tengan dudas sobre jugar en Segunda, además de que su capacidad de trabajo hace pensar que más pronto que tarde su propuesta traerá la tan deseada mejora en el juego, comenzando por ganar en términos de faceta defensiva, uno de los grandes debes heredados del pasado curso.