El Espanyol está en un delicado momento de impasse. Ni ha incorporado refuerzos todavía en este mercado de fichajes -es el único club del fútbol profesional que no lo ha hecho- ni ha logrado desprenderse de jugadores que puedan con su salida facilitar que el mercado se mueva. El asunto se complica todavía más cuando planea con insistencia la sombra de la posible salida de los jugadores franquicia de la entidad, como Martin Braithwaite o Sergi Darder. Esta situación tan compleja, a poco menos de dos semanas de empezar la competición, está generando un gran desasosiego a la masa social, que no sabe a qué atenerse respecto de la situación del equipo en un año en el que el objetivo no puede ser otro que el ascenso.
El plan del director deportivo del Espanyol Fran Garagarza en el mercado es esperar
Evidentemente, el inmovilismo del Espanyol en este mercado de fichajes tiene, como siempre, una raíz económica. Chen Yansheng no ha vuelto a acudir al rescate del club, que se halla muy excedido en el límite y a consecuencia de ello, Fran Garagarza cuenta con un margen salarial muy escaso, como ya informamos en ‘La Grada’. Aunque con el poco dinero existente podría efectuarse algún fichaje, el director deportivo, de común acuerdo con el resto de factótums del club, prefiere esperar. El plan del técnico es aguardar hacia el final del mercado para tratar de atraer a jugadores diferenciales que ahora no optan por aceptar ofertas de Segunda, antes que incorporar ahora a algún jugador que pueda agotar el escaso límite y que luego no haya margen de maniobra para acometer el fichaje que interesa.
Algunos jugadores del Espanyol han expresado su preocupación por los planes del club en el mercado
Esta situación de inmovilismo del Espanyol en el mercado de fichajes no solamente genera una lógica tensión entre los aficionados, también sucede puertas adentro, pues ‘La Grada’ ha podido saber que algunos jugadores también han expresado su preocupación al respecto. No nos referimos solamente a aquellos que quieren abandonar la nave perica, sinó también a los que, por un motivo u otro, han decidido quedarse. Todos ellos han visto reducido al 50% sus emolumentos y saben que la única manera de volver a su anterior situación contractual es recuperar la categoría perdida. Temen que el Espanyol pierda potencial si pierde a sus jugadores diferenciales, aquellos que le hacen estar un peldaño por encima del resto de equipos de la categoría, como sucedió en el anterior descenso, en la 2020-21. Estos jugadores han hecho saber a sus representantes que no comulgan con esta táctica de mercado y lamentan la ausencia de un ‘plan B’ por si finalmente sucede lo que parece inevitable y se marchan jugadores clave. Se comenta también en ese ámbito que el Espanyol, por su entidad, no debería adoptar una posición tan pasiva en el mercado, más propia de clubes menores. A los jugadores que han demostrado inquietud por estas cuestiones se les remite al cumplimiento de sus contratos. El ambiente global es de preocupación.
La inquietud cala en la plantilla del Espanyol
Lo cierto es que el director deportivo del Espanyol Garagarza no cesa de trabajar y se multiplica en reuniones con jugadores y agentes, pero de momento no ha sido capaz de revertir la inquietud que empieza a calar en la plantilla. Es cierto que los últimos acontecimientos no le han ayudado. La fuga de Braithwaite y los intentos de éste por forzar su salida han hecho mella en la credibilidad del club. Asimismo, la problemática de Sergi Darder también erosiona la moral del equipo. El de Artà es un profesional intachable y su actitud ha sido impecable en los entrenamientos y partidos, pero entre los jugadores de la plantilla es lugar común que el capitán se irá, y eso es percibido muy negativamente en un grupo ya huérfano de liderazgo.
A treinta días del final de mercado, la táctica es seguir tensando la cuerda de la paciencia. Solo el tiempo dirá si el plan ha dado los resultados esperados.