Estos días he asistido perplejo a todo el asunto Raúl de Tomás. No voy a entrar a valorar si la operación ha sido buena o mala, si la culpa ha sido del club o del jugador o si era mejor o peor que De Tomás se fuera del Espanyol. Creo que estamos ante un asunto mucho más importante. Estamos ante un jugador que ha humillado a los seguidores del Espanyol. Un futbolista que se permite contestar a los que lo adoraban y los aplaudían hace poco de manera educada.
Ante esta situación he encontrado a faltar a los representantes del Espanyol defendiendo el escudo y a sus seguidores. Señores, somos el RCD Espanyol y no podemos permitir esto. ¿Queréis que el aficionado se enganche? ¿Queréis que llene el campo y anime todo el partido? Pues yo me pregunto, ¿cómo lo queréis conseguir? Consistiendo que un jugador hable mal de nuestro director deportivo y entrenador, tapando la verdad de lo que ha ocurrido con Raúl de Tomás, no contestando un comunicado del jugador donde ha dejado al club por el suelo.
Tengamos en cuenta que el gran patrimonio del club es la afición. Sin aficionados no hay Espanyol. Somos una afición que no nos movemos por las victorias, sino que nos movemos por los sentimientos. Y si algo tenemos es DIGNIDAD y por eso pido que el club defienda nuestra DIGNIDAD.
Discusión sobre este post