Charles Pickel jugó ayer martes con la camiseta de la República Democrática del Congo. El centrocampista del Espanyol fue titular y completó los 90 minutos en el amistoso disputado en el Pinatar Arena, donde los congoleños se impusieron por 2-0 a Zambia con goles de Arthur Masuaku y Rocky Bushiri.
El Pinatar Arena, punto de partida antes de la Copa África
El encuentro formó parte de la concentración que la RD del Congo ha realizado en San Pedro del Pinatar como última parada antes de viajar a Marruecos para disputar la Copa Africana de Naciones. Ya en 2023 iniciaron allí su camino hacia el Mundial 2026, y ahora han regresado al complejo murciano con un grupo lleno de nombres reconocibles y con Pickel intentando hacerse con un puesto en la sala de máquinas del combinado congoleño. El debut en la CAN llegará el próximo 23 de diciembre ante Benín.
El partido que deja buen sabor… pero con una sombra detrás
En lo puramente deportivo, el triunfo ante Zambia refuerza sensaciones ya que la RD del Congo se mostró sólida, competitiva y con las ideas claras. Sin embargo, más allá del resultado, el contexto empieza a enturbiarse por un asunto que va mucho más allá del césped.
La denuncia de Nigeria que lo puede cambiar todo
La gran preocupación ahora mismo no está en la Copa África, sino en el camino hacia el Mundial 2026. Nigeria habría denunciado una presunta irregularidad relacionada con la documentación de hasta nueve futbolistas congoleños que participaron en la repesca africana. Según esta denuncia, la RD del Congo no aceptaría la doble nacionalidad en su constitución, y algunos jugadores no habrían renunciado formalmente a su nacionalidad anterior antes de disputar ese partido clave.
Un posible escándalo con recorrido incierto
En teoría, FIFA habría dado por válidos los cambios de nacionalidad antes del encuentro que dio acceso a la repesca internacional, donde la RD del Congo espera en la final al vencedor del Jamaica-Nueva Caledonia, prevista para marzo en México. Pero si la denuncia de Nigeria prospera, el escenario podría cambiar por completo. El golpe sería durísimo: quedar fuera del camino hacia el Mundial en los despachos después de ganarse el sitio en el campo.