Artículo de MªCollell Abelenda
“Has visto muchas cosas y no temes la muerte, pero algunas veces la deseas, ¿no es cierto? Eso les pasa a los hombres que han visto lo que hemos visto. Como las flores, vamos muriendo, reconocer la vida de cada sorbo de aire, de cada taza de té, de cada muerte. Ese es el camino del guerrero.” – personaje Katsumoto – Película El último Samurái 2003.
No se puede competir temiendo a la derrota, no se puede vivir temiendo a la vida; ni se puede jugar al futbol con dolor ni con tortura en mitad de un duelo. Tendremos tiempo de lamernos las heridas, de lamentar el destino, de morir.
Otro partido, 90 minutos de agonía de un purgatorio que empezó en verano, en un derbi desigual que prepara el peor escenario en 123 años de historia que pondrá a prueba la estoicidad del aficionado perico. Hasta donde se soporta la vergüenza y el dolor, cuanto valor tiene la personalidad de este ADN y la capacidad de resiliencia, de supervivencia y hasta donde llega la libertad y la pureza de espíritu ante la humillación de que el eterno vecino y rival gane el título liguero en feudo perico y acabe de empujarnos a segunda división.
El balón jamás va solo, o se combate o se contrarresta y no hay segundo estéril en tal batalla.
¡Mientras hay vida hay esperanza! Estamos heridos, cojos, malos, pero aún sudamos, aún corremos, aún lo intentamos. Somos los que celebraremos un saque de banda, un rechace, una parada, un balón al poste, un “aún quedan diez minutos”, somos quienes iremos con nuestros colores, al patíbulo pero cantando a pleno pulmón nuestro himno.
“Sempre al teu rival respectes
fent ressó del nostre anhel,
però al damunt de la gespa
no hi ha cap de més valent”.
Aunque nos quieran matar, aunque nos quieran ver desaparecer, aunque nos quieran humillar, aunque se rían de nosotros, aunque antepongan el vacile al respeto, pondremos la cara, jugaremos al futbol, defenderemos nuestro honor y quiénes somos, nos mantendremos de pie.
Ya descansaremos, ya lloraremos, ya moriremos por desventura, ya descenderemos, todo esto pronto, pero aún no ha acabado.
Este domingo jugamos todos. Ese es el camino del guerrero.