Según ha avanzado el periodista Eduard Solà, ya hay fecha marcada para la final de la Copa Catalunya: el martes 23 de julio. Un Espanyol – Girona con sabor veraniego y, probablemente, como cierre simbólico de una etapa. Porque sí, todo apunta a que será la última edición que cuente con equipos profesionales, al menos durante un tiempo.
El escenario escogido para esta final sería, si no hay cambios de última hora, la Nova Creu Alta de Sabadell. Un campo con historia, con buena ubicación y con ese punto que le da algo de empaque a una final autonómica que, siendo honestos, nunca ha terminado de encajar del todo en el calendario de los grandes. El Espanyol llega a esta cita después de vencer Barça por 5-0, mientras que el Girona superó al FC Andorra por 2-3 en semifinales.
A falta de que la Federació Catalana de Futbol lo haga oficial, todo parece encaminado a que el duelo del 23 de julio servirá como despedida formal de los grandes en esta copa. Y aunque el trofeo no levante pasiones, para el Espanyol puede ser una buena oportunidad de arrancar la pretemporada con una alegría, medir sensaciones ante un rival de Primera y, por qué no, cerrar con título un capítulo que ya es historia.
