Termina la temporada y mientras la mayoría piensa en vacaciones, fichajes o qué destino elegirá finalmente Joan García, hay otro dato que conviene tener bien presente: acabar 14º en LaLiga no solo garantiza seguir un año más entre los grandes, también supone un buen pellizco para las arcas del club. Nada menos que 39,68 millones de euros. Así, con números redondos. Y sí, ese puesto que parecía de consolación ha terminado siendo clave.
La explicación está en el reparto de los derechos televisivos. Desde que entró en vigor el Real Decreto Ley 5/2015, el dinero que se genera por las retransmisiones no va solo por partes iguales. Al revés: un 25% del total (unos 337,75 millones de euros) se reparte en función de la clasificación. Y ahí, cada puesto cuenta.
En esta tabla de reparto, el Espanyol, que ha terminado 14º, se lleva 5,91 millones de euros solo por su posición final en la liga. A eso hay que sumarle los 33,77 millones que perciben todos los equipos por igual, y que forman parte del 50% del pastel. Resultado: un ingreso estimado de 39,68 millones. Una cifra nada despreciable.
Pero el dinero no termina ahí. Porque LaLiga también reparte un último bloque de ingresos en función de otros criterios: número de socios, venta de entradas, audiencias televisivas y colaboraciones con la retransmisión (entrevistas, acceso a vestuarios, etc.). Es decir, cuanto más visible y activo seas, más te llevas. Y aunque ese reparto es más opaco, también suma.
Este ingreso extra por clasificación es algo más que un dato contable: influye directamente en el límite salarial del próximo curso, es decir, en cuánto puede gastar el Espanyol en su plantilla. Equipos que no logran entrar en Europa han visto cómo sus límites se recortaban año tras año por no estar en competiciones que generen ingresos extra.
Y ojo, porque un solo puesto puede marcar la diferencia. El Alavés, que ha acabado justo por debajo del Espanyol (15º), ingresará unos 840.000 euros menos solo por quedar un escalón más abajo. Una cifra que, según cómo esté el mercado, puede suponer la diferencia entre cerrar una cesión más o renovar a un jugador importante.
