El Alavés – Espanyol de este domingo no será un partido más para Kike García. Será un regreso cargado de emociones a Mendizorroza, donde vivió dos temporadas que le cambiaron la vida y donde, pese a todo, acabó saliendo por la puerta de atrás. El delantero de Motilla del Palancar vuelve a pisar el estadio donde firmó su mejor campaña goleadora en Primera división, esta vez vistiendo la camiseta del Espanyol, con la firme intención de demostrar que eligió bien al marcharse.

La renovación frustrada que acabó con su adiós al Alavés
La historia de su salida del Alavés no fue sencilla. Después de marcar 15 goles en 36 partidos en la 2024-25, firmando un curso que solo encuentra parangón en la mítica campaña de Javi Moreno hace más de dos décadas, el club vitoriano le ofreció renovar, pero con condiciones que no encajaban con sus expectativas. Kike quería dos años de contrato, consciente de que, a sus 35 años, necesitaba algo de estabilidad para encarar el último tramo de su carrera. El Alavés solo le ofreció uno. Y ahí se rompió todo.

El Espanyol le ofreció lo que el Alavés no quiso darle
Fue entonces cuando apareció el Espanyol. Fran Garagarza, que ya lo conocía bien de su etapa en Eibar, no dejó pasar la oportunidad. Le ofreció dos temporadas y la promesa de un proyecto competitivo, y el ariete no dudó en aceptar, cerrando el acuerdo incluso antes de que el conjunto blanquiazul confirmara su permanencia en Primera. A muchos en Vitoria les dolió su salida, pero pocos pueden reprocharle su decisión. Como dijo Eduardo Coudet en la previa del partido: “Aquí le tenemos mucho cariño y seguramente la gente así se lo va a hacer sentir. Creo que va a recibir mucho afecto y se lo tiene bien merecido porque, aparte de un gran jugador, es todo un tipazo”. Eso sí, entre bromas, añadió: “Espero que marque muchos goles, pero mejor más adelante”.

Menos protagonismo, pero más eficacia en el Espanyol
En su nuevo equipo, eso sí, Kike no ha tenido aún el protagonismo que seguramente imaginaba. La llegada en propiedad de Roberto, tras una buena segunda vuelta la temporada anterior, le ha relegado a un rol más secundario. Solo ha sido titular en tres partidos de Liga, pero aun así ha sabido aprovechar sus oportunidades. Lleva cuatro goles oficiales esta temporada, dos en Liga y dos en Copa, por solo uno del propio Roberto. El último doblete lo firmó este jueves en Lleida, salvando al Espanyol de una eliminación copera que habría sido sonrojante. Primero provocó y transformó un penalti. Luego, ya en la segunda parte, remató de cabeza un centro de Omar El Hilali que valió el billete para la siguiente ronda. Fue su reivindicación particular, justo a tiempo para volver a casa.

Una vuelta con aroma a redención para un ídolo del Alavés
Mendizorroza lo recibirá con respeto y seguramente con cariño. Porque su etapa en el Alavés fue brillante. Porque sus goles fueron decisivos en la permanencia del equipo. Porque es difícil no querer a un tipo como él. Pero también porque el fútbol es así: una historia de regresos, de decisiones valientes, de trayectorias que se cruzan. Y en este regreso, Kike García querrá demostrar que, aunque duela, hizo lo correcto.
