Martin Braithwaite ha provocado el primer incendio severo en el Espanyol. El jugador, que ha hecho saber a los responsables deportivos que quiere abandonar sí o sí el club, tomó el domingo la decisión drástica de no jugar el partido frente al Cádiz y, además, abandonó la concentración de Marbella para irse a casa. Lo hizo por supuesto, sin permiso del club. En la noche del lunes, fue ‘cazado’ cenando en el restaurante Spritz de Castelldefels junto a su familia en aparente normalidad mientras sus compañeros, algunos de los cuales se hallan en situación similar, seguían sudando en el Marbella Football Center. El delantero danés, en cambio no está dispuesto a volver a sudar la camiseta blanquiazul.
Martin Braithwaite pretende de este modo forzar su salida del Espanyol. El argumento principal, que ya escuchamos hace días de boca de su seleccionador, es que quiere jugar la Eurocopa y por ello precisa ir a un club que dispute una liga de mayor nivel. No desea jugar en Segunda, pese a que muchos espanyolistas entendieron que estaba dispuesto a asumir la responsabilidad del descenso al publicar una serie de vídeos que mostraban como vivió las últimas jornadas de liga. Nada más lejos de la realidad: el danés no piensa rebajarse a jugar en Segunda, ni tampoco le gusta la rebaja salarial del 50% que ello conlleva, pese a que su situación económica es absolutamente envidiable gracias a sus empresas.
El club reaccionará hoy mismo, probablemente por boca del director deportivo, Fran Garagarza y lo hará con contundencia. El precedente de Martin Braithwaite corre el riesgo de extenderse en la plantilla, donde hay otros jugadores que también están forzando a sus representantes para buscar una salida. Pero afortunadamente, todos se han comportado hasta el momento de una manera más profesional. Braithwaite ha ido por el camino del medio y el club asegura que no aflojará en la defensa de sus derechos. A nadie se escapa que con la marcha de Martin Braithwaite se pierde uno de los argumentos más sólidos para optar al ascenso, pero mucho peor sería que el ejemplo del danés se extendiese y estuviésemos delante de una rebelión que incendie por completo la plantilla.