Luis García, entrenador del Espanyol, ha reconocido que su equipo ha hecho «el peor partido de la temporada» en la derrota por 3-1 ante el Villarreal B. El técnico asturiano lamenta, especialmente, la mala primera parte de los blanquiazules: «Lo mejor que nos ha podido pasar es llegar 2-1 al descanso. Sabíamos de su intensidad y su energía y no hemos empezado bien. No hemos encontrado las ventajas en los primeros minutos y todo se ha puesto más cuesta arriba con el 2-0. La prueba más clara de que no hemos estado bien es que hemos perdido la mayor parte de los duelos y lo hemos pagado con este resultado».
No se arrepiente de haber modificado la formación habitual
Según Luis García, el cambio de sistema para dar entrada a un 5-2-3 no ha sido la principal causa de la derrota: «Repetiría otra vez el mismo planteamiento porque el Villarreal mete cuatro jugadores por dentro y, por tanto, necesitábamos futbolistas interiores. En la segunda parte, hemos arriesgado poniendo solo cuatro defensas y hemos encajado el tercer gol por eso. No planteamos una estructura porque se nos ocurra ese día. Hay mucho análisis detrás. El principal problema es que no hemos sido agresivos cuando tocaba saltar hacia adelante y no hemos interpretado bien sus situaciones de ataque».
Pese a que resulta muy vergonzoso haber perdido pese a un filial, el entrenador del Espanyol afirma que «saco cosas positivas de esta derrota porque hemos descubierto que, cuando bajas la intensidad en los duelos, el rival te gana». Además, pide calma al equipo y a su afición: «Debemos tener tranquilidad y gestionar cada resultado de la misma manera, aunque hoy es un día duro para todos. Lo sentimos por los aficionados que vuelven a casa frustrados en un día de diario. Toca asumir la derrota, gestionarla y entender que seguimos en puestos de ascenso directo, pero que el camino es muy largo».
Por último, Luis García ha explicado que Pol Lozano «tiene una lesión muscular», cosa que considera lógica después de que su equipo haya afrontado tres encuentros en una semana: «Hemos tenido muchos partidos seguidos y solo hemos dispuesto de dos días de recuperación entre los dos primeros. Además, hemos contado con menos tiempo de descanso que los rivales en los tres casos. Eso supone una rémora».