El Espanyol vive uno de esos momentos que invitan a mirar la tabla con una sonrisa, pero Leandro Cabrera prefiere frenar la euforia justo a tiempo. En una entrevista en Esport3, el capitán blanquiazul puso voz a lo que se respira dentro del vestuario: ilusión, sí; exceso de confianza, no. Con la calma del que ha pasado por muchas, el central uruguayo repasó el arranque histórico del equipo, el papel de Manolo González, la vuelta de Joan García y algunas de las claves que explican por qué este Espanyol funciona tan bien.
“Europa no es el objetivo. Aún no”
Cabrera fue directo al hablar del tan manido tema de los objetivos de este RCDE. “La diferencia entre decir que vas a jugar en Europa y jugar en Europa es abismal. Aún no es el objetivo. Ojalá que los 42 puntos se nos queden cortos y superemos esa barrera, pero, por ahora, Europa no es el objetivo. Para jugarla, hay que ganárselo; no basta con decirlo”. Un mensaje que encaja con el momento del equipo: números que ilusionan, pero pies firmes sobre el césped.
Un equipo con firma propia: Manolo González
Para el «Lele», este Espanyol tiene autor claro: Manolo González: “Rotundamente sí. Ahora mismo creo que somos lo que el entrenador quiere, y afortunadamente los resultados nos acompañan. No es solo una cuestión de sensaciones”.
La mano del técnico se nota, sobre todo, en la forma de competir. Cabrera lo resume sin adornos: “Es su forma de comunicarse con nosotros, es su honestidad. Hay cosas con las que no traga, y no traga ni con Kike ni conmigo, que somos los más veteranos, ni con los jóvenes. Aun así, todos tenemos buena relación con él, aunque sabe perfectamente cuándo sacar el látigo, y lo hace muy bien”.
El abrazo en Getafe y una confianza sin privilegios
La relación es buena, pero no hay favoritismos. Cabrera recordó entre risas el momento vivido en el Coliseum tras marcar el gol de la victoria, cuando Manolo lo abrazó y le soltó: “Qué grande eres, cuánto te quiero, uruguayo». El propio Lele se encargó de matizarlo rápido: “El cariño es mutuo, pero sé que el día que me tenga que cortar la cabeza, lo hará. No pasa nada, yo se lo respetaré”. Un vestuario sano, sin jerarquías intocables.
El regreso de Joan García y la llamada a la prudencia
Uno de los puntos más sensibles de la entrevista fue la vuelta de Joan García al RCDE Stadium. Cabrera no esquivó el tema y pidió cabeza fría: “La afición es libre de pitar a quien quiera, pero siempre hay que actuar con prudencia y pensando que el club no puede salir perjudicado. Con la marcha de Joan, el Espanyol ingresó un dinero que fue muy útil para reforzar la plantilla. Así que mejor no perjudicar al club”. Un mensaje claro, pensando más en el escudo que en las emociones del momento.
La pizarra y el balón parado, una mina de puntos
Más allá de nombres propios, Cabrera explicó por qué este Espanyol compite tan bien. “La pelota parada es el momento en que un equipo inferior puede ganarle a uno superior, porque ahí no cuenta la posesión, ni ser el más rápido o el más técnico. La clave es que el balón vaya bien dirigido y tú tienes que entrar con todo y ganar solo una situación”. En ese contexto, el capitán destacó el regreso de Edu Expósito y el trabajo del cuerpo técnico, además del remate de jugadores como Pere Milla, capaz de marcar “sin mirar la pelota”.
Una anécdota que explica mucho
Precisamente Pere Milla fue protagonista de una confesión curiosa. Antes del gol en Getafe, le dio un consejo muy concreto: “Le hice caso, rematé exageradamente desde abajo y marqué. Pere me felicitó y los compañeros me dieron más de cien palmadas para celebrarlo”. Detalles pequeños que ayudan a entender por qué el equipo cree en lo que hace.
Feliz en el Espanyol, pero sin relajarse
Cabrera admite estar en uno de sus mejores momentos desde que llegó en 2020, aunque no quiere confiarse. “Es mejor no creérselo demasiado, porque todo se puede girar en contra”. La renovación automática está cerca y su deseo es claro: “Me queda muy poco; ojalá cumpla pronto y bien los partidos que me faltan para renovar automáticamente. Cuanto más tiempo esté en el Espanyol, mejor. Soy muy feliz aquí”.