Landry Dimata se ha convertido oficialmente en jugador del Samsunspor turco. Este club pagará al Espanyol una cantidad cercana al millón y medio de euros que podría ascender hasta los dos kilos porque ambas partes han incluido en el acuerdo de traspaso una serie de variables que podrían aumentar el precio de la operación. Además, los otomanos se han comprometido a abonar a los pericos el 10% del precio de una hipotética futura venta del ariete, tal y como ha avanzado el periodista Manu Sainz.
De esta manera, Landry Dimata verá cumplido su deseo de salir del RCDE para evitar ejercer un papel secundario en el equipo. El belga veía muy complicado contar con minutos en el cuadro de Luis García al tener por delante a Martin Braithwaite. Además, el conjunto barcelonés también tiene en plantilla otros futbolistas que pueden ocupar la punta de ataque como Pere Milla y Javi Puado.
En un principio, el técnico perico contaba con Landry Dimata de cara a este curso, pero el Espanyol ha decidido abrir la puerta de salida a este jugador ante su insistencia en cambiar de aires. La dirección deportiva blanquiazul, consciente de que iba a perder un efectivo en la línea ofensiva, ha optado por reforzar la delantera con Keita Baldé, jugador que ya ha sido inscrito en LaLiga. Con esta incorporación, los catalanes suman a un atacante más polivalente que Landry Dimata. El nuevo futbolista del RCDE puede ocupar tanto la punta de ataque como los extremos, mientras que el belga juega únicamente como delantero centro.
Dimata solo funcionó con el Espanyol en Segunda
Landry Dimata llegó al Espanyol cuando el equipo estaba en Segunda División y protagonizó una segunda vuelta bastante correcta, marcando cinco goles. Con el regreslo del equipo a la máxima categoría, en cambio, no consiguió anotar ninguna diana en los 19 encuentros que disputó en la temporada 2021-22. En verano del pasado año, el belga marchó cedido al NEC Nimega y allí recuperó el olfato goleador, marcando 10 goles en los 32 partidos en que tomó parte. Durante la concentración del equipo en Marbella, Landry Dimata dejó caer en privado que no tenía claro su futuro, manifestando que le gustaría quedarse en el Espanyol, pero tampoco se cerraba puertas al no tener demasiado claras las intenciones de la entidad con él y ser consciente de que necesitaba más protagonismo para conseguir hacer realidad su deseo de volver a jugar con la selección belga.
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