Para obtener la mejor pieza de alfarería, el maestro alfarero deposita la cantidad suficiente de arcilla sobre la rueda giratoria y pacientemente moldea el material hasta la construcción del objeto. Ahora, nos ha llegado un habitual de la práctica, pero la pieza que exhibió en Huesca no alcanzó a llevarla al horno y nos quedó una vasija a medio hacer que siempre dependerá del resultado final.
La propuesta del bloque bajo puede acabar convirtiendo en internacionales a más de uno: Pacheco y Cabrera fueron lo mejor del maquiavélico plan, pero pueden volver en cualquier momento al ‘pim pam pum’. Sergi ya había adelantado durante la semana las nuevas claves. Omar fue un regreso liberador y del Brian de la temporada pasada solo vimos la raspa.
La escasez de centrocampistas dejó a Gragera desenvolviéndose como un autónomo con el resto del equipo y Expósito, siempre titular con los nuevos entrenadores, está apartado de la distancia cercana al área, la que le da su mejor versión.
Puado volvió a duplicarse y el sistema le iba restando calidad de vida y se pensó en Salvi como la llave que abriría el complicado debut. Milla y Braithwaite no mezclaron bien y el escenario para el danés se complica si debe hacer de hombre-boya.
Intentando minimizar los errores, Ramón por el tarjeteado Oliván y como alternativa a meter miedo, un Jofre al que pocos de nosotros habríamos reservado y Keidi que sale en un gol en el que las líneas del VAR no demuestran que rompiese el fuera de juego. A Oscar le hicieron todavía más grande la herida que lleva en carne viva y a Keita no le dio tiempo a mostrar la velocidad que pueda favorecer al sistema.
Pasamos del fútbol ofensivo al defensivo, buscando resultados diferentes y todo siguió igual, quizá para demostrarnos que los extremos se tocan. La virtud debería estar en el término medio, antes de agotar la paciencia. Daremos el tiempo necesario al nuevo creador. No es necesario crear un ánfora que se exponga en el Metropolitan. Nos conformamos con un plato de cerámica que nos sirva el ascenso y dejar de seguir tragando barro.