El juez del ‘Caso Negreira’ ha decidido imputar a Joan Laporta, presidente del Barça, por un posible delito de soborno a causa de los pagos que realizó el máximo mandatario azulgrana entre 2008 y 2010 a José María Enríquez Negreira cuando este ejercía como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Esta noticia llega solo unos días después de que el magistrado que está investigando el caso imputara, por un lado, al FC Barcelona por otro presunto delito de cohecho al haber transferido dinero a Enríquez Negreira durante 17 años y, por otro, a los expresidentes culés Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell por posible soborno al haber enviado diversos pagos al vicepresidente del CTA cuando dirigían la entidad barcelonista.
La época de los piscinazos de Eto’o y Xavi que valieron al Barça para ganar ante el Espanyol
Si echamos la vista atrás, podemos apreciar que las fechas en que sucedió el posible delito a Joan Laporta coinciden con una etapa donde el Espanyol fue perjudicado por los árbitros en dos derbis distintos. Uno de ellos tuvo lugar en Montjuïc durante la temporada 2008-09 y el otro, en el Camp Nou en el curso 2009-10.
En el primero de esos encuentros, el colegiado Medina Cantalejo, que preside actualmente el CTA, señaló un penalti inexistente en el tiempo de descuento a favor del Barça cuando el resultado era de empate a uno. Samuel Eto’o y Nico Pareja corrían a por un balón y el argentino llegó antes que el delantero y despejó el esférico. Sin embargo, el camerunés se tiró al suelo de forma descarada y el árbitro indicó una pena máxima que sirvió a los culés para marcar el 1-2 después de haber jugado más de una hora con un futbolista más por la expulsión de Nené.
En el curso siguiente, se repitió casi la misma historia. El Barça ganó por 1-0 a los pericos en el Camp Nou gracias a un solitario gol de Zlatan Ibrahimovic desde los once metros. El motivo de este penalti fue el famoso piscinazo de Xavi Hernández al notar un ligero contacto con Raúl Baena después de que se produjera un centro al área visitante. Tanto esta acción como la anterior han quedado en la retina de la afición del Espanyol, que ahora se consuela mínimamente viendo cómo aquellas lamentables actuaciones arbitrales están siendo investigadas por la justicia.