Hay nombres que forman parte del ADN del Espanyol. Y uno de ellos, sin duda, es Joan Collet. El ex presidente blanquiazul (Argentona, 1961) ha concedido una entrevista a Marc Mosull en Ara en la que repasa su historia personal, su vínculo con el club y su visión del presente. Un testimonio sincero, de los que se leen con una sonrisa de nostalgia. “El Espanyol nunca morirá y tendrá más presidentes catalanes”, sentencia, con esa convicción que solo puede tener alguien que lleva casi medio siglo sintiendo el club como algo propio.
De Sarrià a Cornellà: el Espanyol como forma de vida
Collet, socio desde hace casi cincuenta años, recuerda en la entrevista sus primeros pasos como aficionado en la Manigua, donde llegó por vínculo familiar: “Por mi padre. Empecé a ir a Sarrià con 10 años. Cuando tenía 15, vi banderas en el gol sur y fui hacia allí. Era el primer movimiento joven en el Espanyol, el de la Peña Manigua”. En aquellos años, el fútbol se vivía de otra forma, con pasión y también con cierta dosis de riesgo. “A los aficionados del Barça, que venían con la pancarta de la Gran Peña Barcelonista de Tarragona, les ponían también en el gol sur. No había violencia, pero era típico hacer guerras de huevos”, rememora.
El hoy ex presidente reconoce que le tocó vivir en primera persona el nacimiento de las peñas más radicales. “Recuerdo que hacia el 83 o 84, cuando volvíamos con la Manigua del Camp Nou en Sarrià, tuvimos que correr porque nos perseguían los Boixos Nois. Llegué a Collserola corriendo”, explica. Décadas después, ya desde el área social, fue uno de los que trabajó desde dentro para erradicar la violencia en el fútbol catalán: “Ayudó mucho la creación de La Curva Jove, con Nacho Julià porque había gente que no compartía su ideología pero quería animar. Poco a poco, los ultras y cabezas rapadas fueron convirtiéndose en minoría”.
“Para mí, Sánchez Llibre es el mejor presidente de la historia del Espanyol”
De su trayectoria como dirigente, Collet también recuerda sus años junto a Daniel Sánchez Llibre, con quien forjó una amistad que todavía mantiene. “Somos del Maresme, nos conocimos por trabajo y hicimos mucha amistad. Entro en el club cuando él es presidente, en el 97. Para mí es el mejor presidente de la historia del Espanyol”. Una etapa en la que el club consolidó su estructura, levantó el nuevo estadio y dio pasos decisivos en su profesionalización.
Pero si algo reivindica el ex presidente es el carácter propio del club. “El Espanyol va de padres a hijos y de abuelos a nietos. Si no, sería muy difícil sobrevivir, porque no ganamos títulos”, reconoce, apelando a ese espíritu minoritario que ha convertido al espanyolismo en una comunidad tan fiel como resistente. “Todos hemos crecido en minoría; en la escuela, en el trabajo o en el pueblo, reivindicando siempre que somos del Espanyol”.
Joan García, Chen y el eterno debate sobre la identidad
Collet se refiere a la salida de Joan García al Barça. “Que nuestro mejor jugador, que se ha criado en el fútbol base y ha besado el escudo, vaya al Barça, sabe mal. Tenemos derecho a enfadarnos, pero debe respetarse”. Y, como siempre, lo dice sin filtros. Con el tono del aficionado que no ha dejado de ser nunca.
También aclara una cuestión que siempre planeó sobre su presidencia: si el Espanyol llegó a temer por su supervivencia antes de la llegada de Chen Yansheng. “Nunca. Esto es un falso relato. Se decía que el señor Chen nos había salvado de desaparecer o bajar a Segunda B, pero es mentira. Nos salvó de ir a una ley concursal, como otros muchos clubs. Pero no habríamos desaparecido”. Eso sí, no le resta mérito al empresario chino: “Hay que agradecerle que en un momento difícil pusiera su dinero”.
“En lo social, Alan Pace ha hecho más en tres meses que en los diez años anteriores”
Sobre la nueva etapa con Alan Pace, Collet se muestra sorprendido y optimista. “Hay que intentar hacer bien la gestión y, sobre todo, que seas de donde seas, te identifiques con el territorio. Y veo que Alan Pace, en lo social y de pisar calle, ha hecho más en tres meses que lo que se había hecho en diez años”. Confiesa que apenas ha podido hablar con él más allá de un par de saludos, pero le reconoce algo fundamental: “Tiene claro de dónde está el club, su lengua y su idiosincrasia”.
“Al Espanyol le quedan muchos años de vida”
Collet, que aclara qué sucedió el día del Betis, en que se viralizaron unas imágenes suyas -“Había socios del Espanyol indignados con unos del Betis porque les habían faltado al respecto. Nos discutimos un poco, salió otro haciendo cuernos a la gente, les recriminamos… y hubo cuatro empujones. Ni bofetadas ni nada”- sigue yendo al campo con la misma ilusión de siempre -“me gusta ir tres o cuatro horas antes, comer, saludar amigos…”-, cierra la entrevista con un mensaje afirmando que él no va a pasar a la historia como el último presidente catalán del club: “¡Por supuesto! Al Espanyol le quedan muchos años de vida, nunca morirá. Está claro que tendrá más presidentes catalanes”.
