Jaume Roures, uno de los personajes públicos que nunca ha escondido su animadversión por el Espanyol y que ha dejado de ser presidente de Mediapro, niega que su ya ex empresa tenga en la actualidad nada que ver con el VAR. Después de 30 años, el socio fundador de dicha empresa pone punto final en esta etapa, a pesar de que asegura que no ha sido decisión suya. En una entrevista este lunes en ‘El món a RAC1’, Roures aseguraba que él no ha sido quién ha decidido marchar, sino que ha sido el socio mayoritario de la empresa, el grupo chino Southwind Media, que tiene un 85% de las acciones, el que lo ha invitado a marchar: «Me sacaron la responsabilidad de CEO, que compartía con Tatxo Benet, esperando que yo me quedara como socio durante un tiempo, como consejero. Pero yo no sirvo para estas cosas. Y si no tengo la capacidad de gestionar, que es lo único que sé hacer, prefiero irme a casa». Se refirió además como decimos Roures a una de las acusaciones que se le hace desde hace tiempo, el del uso tan particular de lo que se ha dado en llamar el “VAR de Roures” para describir un posible trato amable arbitral para con equipos como el Barça y el Girona; Roures defiende que “con el VAR hay mucho medio que se imagina cosas cuando no tiene nada que ver con Mediapro, lo lleva una filial de Sony. Solamente hicimos el primer año”.
Preguntado por sus planes de futuro, Jaume Roures afirma que entre ellos no está ni ser presidente ni propietario del Barça, y que se centrará en una una aplicación semejante a un Tinder para discapacitados para atender sus necesidades afectivas, sexuales y sociales, y en la promoción de un edificio de 3.000 metros cuadrados de tipo de local social en Les Corts. Nada que ver aparentemente con el mundo del fútbol.