‘Forbes.com’, la versión digital de la reconocida publicación estadounidense especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, publica un extenso informe de Vitas Carosella en que habla de cómo los rivales catalanes del FC Barcelona, el RCD Espanyol y el Girona FC, compiten contra un gigante de la envergadura del club azulgrana. Conscientes de que resulta complicado alcanzar los éxitos deportivos o la popularidad del Barça, ambos están encontrando otras formas de llevar sus propias identidades, sabor y valores al fútbol profesional español. Según explica el autor del artículo, el Girona FC, que vive el mejor momento de su historia tras pasar muchos años luchando en las divisiones inferiores del fútbol nacional, ha aprovechado su falta de tamaño -en principio un inconveniente- para acercarse mucho a su afición, proporcionándole una auténtica experiencia de partido. Además, está el hecho de que puede despreocuparse de la inmediatez que rodea al negocio y centrase en un plan a largo plazo gracias al City Football Group (CFG), que ha invertido en la entidad desde 2017 y desde entonces se ha convertido en el accionista mayoritario del club. Con el poder que da la familia real de los Emiratos Árabes Unidos tal como reconoce su director general Ignasi Mas-Bagà han ido creciendo como club; además, en lugar de competir con equipos como el Barcelona, Ignasi entendió que los aficionados podían disfrutar apoyando a ambos clubes catalanes, algo absolutamente imposible por ejemplo en el caso del Espanyol dada su histórica rivalidad con los azulgrana, captando a través de campañas específicas en las redes sociales, experiencias durante los días de partido y un estilo de juego vistoso la atención de la próxima generación de aficionados de la ciudad. El club ha aprovechado oportunidades para firmar acuerdos de patrocinio con empresas locales y se beneficia de la red CFG, ofreciendo paquetes de acuerdos a empresas que quieran vínculos en Catalunya y otros lugares dentro de la cartera de empresas, como Manchester, Nueva York, Abu Dhabi o Mumbai, sin olvidar el valor del impacto social a través del fútbol.
La estrategia del Espanyol, compaginar el deporte con la vertiente social
Por lo que respecta a cómo vive el RCD Espanyol a la sombra de uno de los clubes considerados más grandes del mundo, el FC Barcelona, este año todo está mediatizado por el descenso a Segunda, a LaLiga Hypermotion. Definido por ‘Forbes.com’ como algo parecido a “el perdedor con buen corazón”, una referencia no demasiado afortunada todo sea dicho, se explica como a la espera de poder volver a la máxima categoría una manera de destacar y mostrar una personalidad propia es el tema social: se remarca que el Espanyol fue uno de los primeros clubes europeos en darse cuenta de los beneficios de la sostenibilidad ambiental, equipando el estadio con más de 2.700 paneles solares en su techo y un sistema sostenible de reciclaje de agua para mejorar la eficiencia energética y reducir el desperdicio hidráulico. Como explica a ‘Forbes.com’ el director de comunicación, Sergio Aguilar, aparte de buscar ganar sobre el verde también se exploran maneras de ganar fuera de ella para dejar una huella en la comunidad y desarrollar una relación sólida con los aficionados, algo para un club que sabe que los títulos y las superestrellas son escasos. El Espanyol colabora constantemente con organizaciones locales, nacionales e internacionales para crear un impacto social positivo; como dice un directivo del club, «queremos ser una empresa con un propósito y crear un sentimiento de orgullo por ser un seguidor del Espanyol«. En este sentido, se destaca el impacto a nivel mundial de la campaña “Los Pericos no abandonan” contra el maltrato y el abandono animal, un proyecto que es parte de la iniciativa benéfica más amplia Superliga Solidaria del club que fomenta la colaboración entre clubes y busca «asignar recursos a los grupos más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad». Hay que recordar que la Superliga Solidaria nace de la respuesta conjunta del club, junto con la ONG catalana “És Per Tu ”, a la invasión de Ucrania por parte de Rusia; se envió el autobús oficial del primer equipo a Polonia lleno de alimentos, material de primeros auxilios y medicinas que fueron distribuidos entre los necesitados en Ucrania y se utilizó el vehículo para transportar a niños ucranianos afectados por la guerra a un refugio seguro en España. Al ver el impacto de su esfuerzo, el Espanyol decidió seguir utilizando su plataforma social para promover y apoyar causas sociales. El club blanquiazul compromete el 5% del valor de cada abono vendido a esta Superliga Solidaria, mediante la cual se ha colaborado ya con más de 200 organizaciones: el club ayudó a organizar colectas de alimentos, envió alimentos y artículos de primera necesidad a Turquía y Siria después del devastador terremoto y ayudó a distribuir información para ayudar a las empresas locales a obtener la ayuda financiera que tanto necesitan a raíz de la pandemia de COVID-19. De cara al futuro, el Espanyol espera aumentar sus esfuerzos y visibilidad y lo hará con la ayuda de su red de voluntariado, creada en 2015, que sirve para fortalecer la relación entre el club y su afición e involucrar a los aficionados en la labor social de la entidad. A nivel deportivo, la entidad está centrada en su lucha por volver a Primera División con un presupuesto reducido a la mitad por el descenso; destaca ‘Forbes.com’ como a pesar de la situación la asistencia al estadio ha aumentado esta temporada a medida que los seguidores continúan creyendo en el mayor sentido de propósito del club. Mientras, desde la entidad se cree de que el retorno a la máxima categoría le permitirá atraer a un público más amplio y compartir su marca con el mundo al tiempo que mantiene su esencia local.