Este martes, 20 de setiembre de 2022, se cumplen 25 años del derrumbe de Sarrià, el estadio que había sido la casa del Espanyol desde 1923. A las 17.04h el ingeniero Óscar Caudet apretó el botón y 74 años de historia cayeron bajo los efectos de 74 kilos de Goma 2. Pero los cimientos del estadio, en una gran demostración de que los pericos nunca se rinden, se resistieron. La tribuna vieja aguantó a la explosión y se resistió a caer. Era como uno de los símbolos que siempre han acompañado a un Espanyol que lo ha soportado todo. Un estadio mundialista y olímpico no podía abandonarse a su suerte. Sarrià murió de pie. Luchando.
Ese ya lejano 20 de setiembre los pericos no le dieron la espada a la situación. Los sentimientos estaban a flor de piel y fueron muchos los que se acercaron al templo perico para darle el último adiós. 74 años de historia dejaban muchos momentos inolvidables que han marcado la vida de la afición blanquiazul. Tras apretar el botón, en dos segundos los cimientos de Sarrià dijeron adiós, pero no su historia. Y con el estallido, cayó gran parte de Sarrià y aparecieron los aplausos. No se podía responder de otra manera. Era el último homenaje a un campo que llena muchas páginas de la historia del Espanyol.
El próximo 18 de febrero se cumplirán 100 años de la inauguración del Estadio de Sarrià y desde La Grada nos hemos propuesto trabajar para dignificar su historia. Durante estos meses lo pondremos todo de nuestra parte para que Sarrià tenga el reconocimiento que se merece.
