Cada vez parece más cercana la posibilidad, no demasiado habitual, de que el primer equipo del Espanyol afronte el stage de pretemporada que llevará a cabo en Marbella a partir del próximo día 18 de julio sin haber incorporado ningún refuerzo. Al hecho de que no haya fichas libres y de que la cantidad para ir al mercado sea poca en este punto del verano se une que en el orden de prioridades de los responsables deportivos del Espanyol hay una jerarquía clara. Primero está encajar las actuales piezas en la plantilla para ver dónde radican las necesidades, y dónde hay un exceso de elementos; después, viene el capítulo de las salidas, que las habrá; y posteriormente, muy posiblemente el capítulo de las renovaciones -algunas urgentes como las de Nico Melamed y Pol Lozano, que acaban contrato en el verano de 2024 y son consideradas piezas importantes del proyecto- pase por delante de las entradas. Evidentemente, si surge una oportunidad de mercado interesante y que entre en los parámetros económicos -insistimos, no demasiado elevados- de lo que hay reservado en caja para este concepto, se acometería; y si se da alguna salida que suponga un ingreso de cantidades, también comportaría que se precipitasen los movimientos. Pero hay que tener claro que de momento, no hay nada caliente en este sentido.
Los futbolistas del Espanyol empiezan a valorar las ventajas de no cambiar de aires y seguir un año más en Segunda
Por otra parte, y a pesar de que una vez consumado el descenso los más pesimistas esperaban una auténtica desbandada de jugadores en la primera plantilla del Espanyol, lo cierto es que los representantes están trasladando al grueso de futbolistas que integran la llamada clase media de la plantilla que no están llegando ofertas importantes por ellos, ante lo que estos valoran que lo más idóneo por el momento es quedarse en la entidad perica y no apostar por aventuras extrañas. Pese a la existencia de algunos intereses el hecho de que el Espanyol haya dejado muy claro a los actuales integrantes del equipo que no se les dejará abandonar la nave fácilmente, están asumiendo que la posición más inteligente es seguir un año más en Segunda y optar a recuperar la parte de su salario que ha quedado congelada a causa del descenso.