El RCD Espanyol ha cerrado ya el mercado de fichajes de invierno con un balance de tres incorporaciones y tres salidas. Aunque ha fichado poco, los primeros partidos parecen indicar que esta vez Fran Garagarza ha acertado con los nombres. En cuanto a las salidas, el club se ha centrado en deshacerse de fichajes fallidos de anteriores mercados, dos de ellos realizados hace apenas seis meses.
COMUNICAT OFICIAL | Tancament de mercat. #RCDE
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) February 3, 2025
Refuerzos escasos, pero con sentido
La primera incorporación blanquiazul en este mercado fue la de Pablo Ramón, central del Real Madrid que llegó en propiedad y sin coste el 2 de enero. El defensa, de 23 años, firmó tras cortar su contrato con el club blanco, que se reserva el 50% de una futura venta. Su fichaje es una apuesta de futuro, ya que aún deberá recuperarse de una grave lesión en la rodilla que sufrió la temporada pasada, cuando jugaba cedido en el Mirandés.
El segundo refuerzo llegó el 14 de enero con la cesión de Roberto Fernández, delantero del Sporting Clube de Braga. El atacante, que se formó en el Córdoba y el Málaga, tuvo una gran temporada en la 2022-23, logrando 20 goles en el ascenso del Málaga a Segunda división. Su debut con la camiseta blanquiazul no pudo ser mejor, anotando el gol del triunfo ante el Valladolid. La operación incluye una opción de compra de 10 millones de euros.
El tercer y último fichaje fue Urko González de Zárate, mediocampista de la Real Sociedad, que llegó cedido el 23 de enero. Sin sitio en el esquema de Imanol Alguacil, el futbolista busca minutos en el Espanyol para relanzar su carrera tras dos temporadas con escasa participación. Con experiencia en Primera y en Europa League, Urko refuerza la medular perica en la lucha por la permanencia; Manolo González le ha dado protagonismo desde el primer momento, y las sensaciones que está dejando son de momento muy positivas.
Salidas necesarias
Por lo que respecta al capítulo de salidas, el 16 de enero se hizo oficial la marcha de Naci Ünüvar, quien regresó al Twente tras solo seis meses en el Espanyol. El joven futbolista neerlandés llegó cedido por el Ajax en verano, pero su participación en el equipo fue testimonial. Su salida evidencia las dificultades que ha tenido para consolidarse en la élite.
El 23 de enero se confirmó la desvinculación de Salvi Sánchez, otro fichaje fallido de la etapa de Garagarza. El extremo andaluz, por quien se pagaron entre 600 y 700 mil euros al Rayo Vallecano, nunca logró ganarse un puesto en el equipo. Su rendimiento en Segunda fue discreto, con apenas dos goles y una asistencia, y en la actual temporada ni siquiera debutó en Liga.
El 28 de enero, en la recta final del mercado, Irvin Cardona cerró su etapa en el Espanyol. El delantero francés, que llegó cedido en verano desde el FC Augsburgo tras una buena campaña en el Saint-Étienne, solo pudo marcar un gol en Liga, muy lejos de las expectativas que generó su fichaje. Fue él quien forzó su salida causando malestar en el seno del club y también en un Manolo González que ha lamentado su falta de compromiso con el equipo.
Un mercado en busca de equilibrio
El Espanyol cierra el mercado invernal con movimientos limitados pero estratégicos con lo que busca equilibrar la plantilla. La llegada de Roberto Fernández y Urko González de Zárate refuerzan líneas clave, lo mismo que ha de hacer Pablo Ramón cuando esté listo para competir, mientras que las salidas de Ünüvar, Salvi y Cardona despejan el vestuario de hombres que no aportaban nada y en los dos primeros casos liberan fichas de jugadores que no contaban para Manolo González. Ahora, con los refuerzos ya integrados, el equipo deberá seguir demostrando en el campo que las decisiones tomadas han sido las correctas para garantizar la permanencia en la élite.