El Espanyol fue perjudicado gravemente por el arbitraje en el duelo ante el Atlético de Madrid del pasado 24 de mayo, que acabó en empate a tres. La diana que supuso el 0-2 a favor de los colchoneros nunca debió subir al marcador porque la pelota no superó por completo la línea de gol. Justo después del encuentro, el club blanquiazul, indignado por este hecho, pidió al Comité Técnico de Árbitros una imagen que demostrara que el balón había entrado completamente en la portería en el segundo gol de los madrileños.
Unas horas más tarde de trasladar esta petición, el Espanyol ha emitido un comunicado donde explica que «en la tarde de hoy hemos recibido respuesta por parte del responsable del proyecto VAR, el Sr. Carlos Clos Gómez, en la que nos informa que en base al reglamento actual no les es posible facilitarnos imágenes o conversaciones entorno a las decisiones adoptadas en la sala VOR, confirmándonos no obstante que la imagen usada para anular la decisión del colegiado y validar el segundo gol del Atlético de Madrid fue la mostrada en la realización televisiva, la procedente de la conocida como ‘spider cam’». La toma en la que se basó González González para conceder esta diana fue la siguiente:
Según el Espanyol, «la imagen usada para la concesión del gol ofrece una perspectiva desde la que es imposible determinar si la pelota ha entrado o no en su totalidad. Es más, todos los análisis propios (del club) y de terceros a los que hemos tenido acceso, demostrarían, por contra, que la pelota no traspasa en ningún momento la línea de gol en su totalidad».
Al entender que el asistente de videoarbitraje corrigió una decisión del colegiado sin que se hubiera producido un error manifiesto de interpretación del árbitro principal, el Espanyol considera que «esta forma de proceder incumple el protocolo VAR» y manifiesta que «se produce una adulteración del partido y una negligencia manifiesta en la aplicación de las normas y en el uso de la tecnología disponible, derivándose de ello un daño irreparable a nuestro club en el resultado del partido de ayer y, por tanto, en nuestra situación clasificatoria».
Atendiendo estas razones, la entidad perica ha anunciado en su comunicado que «procederemos, en consecuencia, a impugnar el partido disputado ayer y solicitar que se proceda a acordar su nulidad». Además, el club blanquiazul ha dejado entrever que no descarta recurrir a los tribunales ordinarios para reclamar justicia: «El Espanyol, en defensa de sus legítimos intereses, estudia posibles acciones legales adicionales por el posible daño patrimonial derivado de esta actuación». Recordamos que ya existe un precedente de un equipo que acudió a la justicia extradeportiva. Se trata del Barça, que consiguió a través del Tribunal Contencioso de Madrid una cautelar para que Robert Lewandowski pudiera jugar el derbi ante el RCDE del pasado 31 de diciembre pese a estar sancionado con cuatro partidos.
Por último, el Espanyol ha aprovechado este comunicado para mostrar su sorpresa porque el Comité de Competición haya dejado sin efecto por primera vez una decisión tomada por un árbitro con la ayuda del VAR como fue la expulsión de Vinicius Júnior, jugador del Real Madrid, en el duelo ante el Valencia CF del pasado domingo. La Real Federación Española de Fútbol tomó esta determinación alegando que las imágenes que se habían mostrado en el monitor de videoarbitraje para analizar la posible expulsión del futbolista merengue no fueron las más adecuadas.
El Espanyol opina que, con esta actuación por parte del Comité de Competición, «se ha establecido un precedente que sienta un nuevo paradigma en la administración de la justicia deportiva en el fútbol español». Dada esta situación, el club blanquiazul considera que la Real Federación Española de Fútbol podría intervenir de la misma manera para anular el segundo gol del Atlético de Madrid en el RCDE Stadium y también podría haber hecho lo mismo en la primera diana que recibió el conjunto de Luis García en el campo del Sevilla CF: «Este nuevo paradigma debería haberse empleado a nuestro entender en el caso que nos ocupa y, hubiera tenido que aplicarse también, entre otros ejemplos, en el partido que disputamos en la jornada número 33 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en el que se concedió validez al primer gol del Sevilla FC en una acción precedida de falta a nuestro jugador Brian Oliván, no mostrándole desde el VAR al árbitro de campo una toma (disponible) en la que se apreciaba de forma clara la falta».