David Català (03/05/1980) es uno de los canteranos del Espanyol que después de muchos años en el fútbol base blanquiazul legó a debutar con el primer equipo, pero no pudo tener continuidad y tuvo que buscarse la vida fuera del club. Con 20 años, Paco Flores le dio la oportunidad de debutar en Primera división el 6 de mayo de 2000 al sustituir a un lesionado Cristóbal Parralo; entró en la recta final de un partido que el Espanyol perdió contra el Numancia (2-0). Esa temporada el Espanyol ganó su tercera Copa del Rey, pero Català ya no volvió a jugar más ese curso con el primer equipo.
No fue hasta dos cursos después, en la 2001-02, cuando volvió a jugar con el primer equipo. Pero las pocas oportunidades, ya que solo actuó en seis partidos y regresar al filial con 22 años, hicieron que al final del curso abandonara el equipo. “Siempre te queda la espinita de no haber podido seguir en el Espanyol, pero en esa época había mucha competencia en la posición de central”, manifestaba esta semana en el Twich de La Grada. En su último año en el filial compartió vestuarios con muchos jugadores que llegaron al primer equipo como Gorka Iraizoz, Bruno, Jarque, Moisés Hurtado, Coro, Jonathan Soriano, Crusat, Luismi, Héctor Simón o Marc Bertrán, entre otros.
En verano de 2003 fichó por el Xerez donde coincidió con el anterior cuerpo técnico del Espanyol – Vicente Moreno y Dani Pendín-y Lleida, Albacete, Lorca, Salamanca y Celta de Vigo fueron sus otros equipos en Segunda división antes de que decidiera emprender una aventura fuera de nuestras fronteras. En 2011 se fue a Chipre donde con el tiempo se convirtió en uno de los líderes del AEK Larnaca. Llegó a ser capitán y en 2019, con 39 años, colgó las botas y pasó a ser entrenador del conjunto chipriota.
Hace un par de meses, después de una etapa entrenando al Apolón, David Català ha vuelto a casa después de muchos años.