A causa de la celebración del Mundial 2022, en ‘La Grada’ nos hemos propuesto echar la vista atrás y homenajear a aquellos jugadores del Espanyol que participaron en la Copa del Mundo. Los dos primeros futbolistas en representar al club blanquiazul en esta cita fueron el extremo Crisanto ‘Tin’ Bosch y el extremo Pere Solé, que fueron convocados por España para disputar el Mundial 1934, celebrado en Italia (no hubo ningún jugador del RCDE en Uruguay 1930, que fue la primera edición de este campeonato).
Aquella edición del torneo supuso el debut de la selección española en esta competición. Entonces, el entrenador de ‘La Roja’ era Amadeo García de Salazar. España se estrenó en el campeonato ganando a Brasil por 3-1 en octavos de final. En aquel partido, un doblete de José Irargorri y otro gol de Isidro Lángara dieron tres goles de ventaja a los españoles antes del descanso. Los sudamericanos acortaron distancias por medio de Leónidas en la segunda parte y el mismo jugador dispuso de un penalti para poner el 3-2, pero Ricardo Zamora detuvo el lanzamiento y se convirtió en el primer portero en parar una pena máxima en la Copa del Mundo. Los pericos Tin Bosch y Pere Solé no jugaron este encuentro.
Los dos futbolistas blanquiazules también vieron desde el banquillo el partido de cuartos de final entre España e Italia. El duelo acabó con empate a uno después de que Regueiro adelantara al equipo de Amadeo García de Salazar y Ferrari igualara el marcador antes del descanso. Cuentan las crónicas de aquel día que los italianos empataron gracias a un gol ilegal en que los jugadores de la ‘Azzurra’ estaban agarrando a Ricardo Zamora para que no pudiera detener el balón y que se anuló por fuera de juego una diana de los españoles que era totalmente legal. Ambas selecciones se emplearon con tanta dureza en este enfrentamiento que siete jugadores de ‘La Roja’ y cuatro italianos acabaron lesionados. El peor parado fuera Ricardo Zamora que sufrió una rotura de dos costillas. Sea como sea, el duelo concluyó en tablas y ambas selecciones tuvieron que verse las caras de nuevo el día siguiente en un partido de desempate.
Ante las siete bajas de España, Amadeo García de Salazar tuvo que introducir modificaciones en el once para el segundo choque de cuartos de final y dio entrada al perico Crisanto Bosch. Este futbolista tuvo que retirarse del encuentro con molestias a los pocos minutos de comenzar tras recibir una dura entrada. También acabaron lesionados otros tres jugadores españoles que sí que pudieron completar los 90 minutos. La eliminatoria se resolvió gracias a un solitario gol de Giuseppe Meazza que dio la victoria a los italianos. La prensa española explicó en sus crónicas que el gol de la ‘Azzurra’ se produjo tras una falta clara a Juan José Nogués (portero de España) y que el colegiado anuló dos tantos legales a ‘La Roja’. Sin duda, la actuación de ese árbitro tuvo que ser cuanto menos sospechosa, ya que fue sancionado por la FIFA sin volver a dirigir un partido internacional y también fue suspendido durante varios años por la federación suiza.
Tras este torneo, Pere Solé y Tin Bosch regresaron al Espanyol. El primero de ellos defendió la camiseta blanquiazul hasta el inicio de la Guerra Civil y fichó por el Real Murcia tras el fin del conflicto bélico. Además, ejerció como entrenador del RCDE durante dos etapas: en los últimos meses de 1943 junto a Ricardo Zamora y también entre 1963 y 1964. En cuanto a Tin Bosch siguió siendo perico hasta el final de su carrera en 1943 y fue campeón de la Copa del 1940. También fue técnico del conjunto catalán en dos etapas: en la temporada 1943-44 junto a Pitus Prat, primer goleador de la historia de Primera División, y en el tramo final de la temporada 1945-1946.
Tin Bosch también tuvo un papel importante en la historia del Espanyol antes y durante la Guerra Civil. Su anécdota más famosa se dio en diciembre de 1936 después de una victoria por 1-5 de los pericos ante el Barça en Les Corts en un partido correspondiente al Campeonato de Catalunya. Los jugadores blanquiazules fueron acusados de fascistas durante el encuentro por el público local, muy herido por la derrota. Al día siguiente, un grupo anarcosindicalista se presentó en Sarrià para pedir la lista de socios del RCDE con las peores intenciones que uno se pueda imaginar. Por suerte, Tin Bosch ya había destruido toda la documentación en que se pudiera identificar a cualquier aficionado espanyolista. Durante la Guerra Civil, el mismo jugador formó parte de un comité que permitió que el club perico no desapareciera durante el conflicto bélico.
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