Con los dedos de las dos manos podríamos contar las veces que Chen Yansheng ha venido a Barcelona desde que en enero de 2016 entró en el Espanyol. Y con los de una, seguramente, tendríamos suficiente para contar las ocasiones en las que ha concedido alguna entrevista a algún medio de comunicación. Normalmente no deportivos. No ha querido hablar para medios que cubren el día a día del club.
En unos momentos en los que se vuelve a hablar con fuerza sobre la venta del Espanyol, queremos recordar las últimas declaraciones que Chen Yansheng hizo a un periódico en España. Tras cerrarse el pasado mercado de fichajes, y antes de regresar a China, el presidente blanquiazul habló con el periodista Iñaki Ellakuría de ‘El Mundo‘.
A continuación les dejamos algunas de las preguntas realizadas en esa interesante entrevista que pueden ayudar a entender algo mejor la etapa de Chen en la presidencia del Espanyol. En las respuestas insiste que, tras sanear el club, su objetivo es hacerlo crecer, pero sin hacer grandes inversiones. Quiere dar pasos pequeños, pero firmes, algo que no casa con un mundo del fútbol tan pasional en el que lo que más importa son los resultados inmediatos. De momento, ante la incertidumbre que rodea el club, Chen Yansheng está dirigiendo el próximo mercado de fichajes y todo hace indicar que la venta del club no está tan cerca como algunos pensaban o deseaban.
¿Usted salvó al Espanyol de la ruina?
No diría tanto como que lo salvé, sino que me guié mucho por mi felicidad. Me acerqué al Espanyol porque me gustaba el fútbol. Casualmente, tras una visita a Barcelona y después de que la ciudad me encantara, conocí que había esta oportunidad en el Espanyol.
¿Cuáles son sus planes con el Espanyol?
Han sido siete años muy intensos, con muchas vivencias y también muchos altibajos. Cuando llegué, la principal dificultad era la situación financiera y deportiva del club. En los primeros años hicimos un gran esfuerzo para sanear el Espanyol, fuimos construyendo la base deportiva. Luego llegamos a la Europa League, pero inmediatamente sufrimos el descenso, en plena pandemia.
Un club deportivo, donde confluyen sentimientos e historia, ¿puede ser gestionado como una empresa al uso?
El fútbol tiene esta peculiaridad. Esto es un club de fútbol, pero también una empresa. Queramos o no, estas dos patas están muy vinculadas.
¿Se arrepiente de haber invertido en España y no en Inglaterra?
Otros factores motivaron más la inversión, no tanto económicos. Me gusta el fútbol, me gusta Barcelona. Me siento muy representado con los valores del Espanyol. No sé si en el futuro me atraerá un club inglés. Pero hoy pienso que acerté invirtiendo en la Liga.
¿Qué le diferencia de los jeques árabes y del modelo de los clubes-Estado?
No me parezco en nada. Es incomparable. Y el Espanyol no tiene nada que ver con ese tipo de clubes.
¿Y respecto a la filosofía? Otros propietarios únicos asumen despilfarros.
El camino que tiene que seguir el Espanyol es el de dar pasos firmes y progresivos. No podemos quedarnos quietos. Quedarse quieto es lo mismo que retroceder. Pero si intentas dar un gran salto te puedes caer. Y que la caída sea muy dura. Lo más seguro y estable es dar pasos firmes, por pocos que sean.
¿El gobierno chino ayuda a que se produzcan inversiones como la que hizo usted con el Espanyol?
Esto es una inversión en el extranjero. La apuesta del gobierno chino por el deporte está, quiere promover la actividad deportiva a nivel nacional. Paralelamente, desde hace más de cinco años hay seis sectores de inversión restringidos para el capital chino en el extranjero, y el fútbol es uno de ellos. Esta limitación sigue ahí.
¿El Espanyol ha incrementado su valor como club desde que usted lo compró?
No hemos hecho una valoración de mercado, pero mi sensación es que el club vale ahora mucho más.
¿Ha tenido muchas ofertas para venderlo?
Contactos directos, no. Son rumores, sólo gente que habla.
Hablaba de la filosofía de los pasos pequeños, pero firmes. No sé si es consciente de las expectativas de la afición del Espanyol. ¿Puede ser una fuente de frustración en un deporte en que se exige el éxito inmediato?
Por supuesto que entiendo a la afición, porque yo mismo soy un aficionado. La parte sentimental futbolística la entiendo perfectamente. Pero desde la gestión, debemos tomar el camino que creemos que es bueno para el club, y a largo plazo. A través del trabajo confiamos en que la afición vaya viendo los resultados. Y, a la larga, entenderá que esto era lo mejor. Al menos podemos decir que el Espanyol no va a vender activos para fichar, y tampoco tendrá que vender jugadores para pagar deudas como en el pasado.
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