Carlos Romero lo dijo con una sonrisa que se notaba incluso sin verle la cara, tras el triunfo del Espanyol ante el Getafe: “Bueno, no sé cómo explicarlo, pero la verdad es que hay que disfrutarlo muchísimo. Creo que estamos en un momento increíble, que el equipo se siente súper seguro, con mucha confianza. Y la verdad es que disfrutando de esto, que es muy bonito”. No es para menos: el Espanyol ha ganado cuatro partidos seguidos en Primera, algo que no pasaba desde hace 16 años, y lo ha hecho con un grupo que transmite solidez y alegría a partes iguales.
Ganar en el Coliseum, un chute de confianza
Para Romero, salir con los tres puntos de Getafe tiene un mérito especial: “Sí, sí, sí, la verdad es que hacer cuatro partidos seguidos en Primera División ganando es súper difícil. Aquí cada partido es muy duro y la verdad es que sacar de aquí, del Coliseum, que es uno de los campos más difíciles, tres puntos, pues creo que al equipo le va a dar muchísima confianza y creo que hay que seguir por esa línea”. El vestuario sabe lo que cuesta cada victoria en esta categoría, y por eso las celebran tanto.
Partido de pico y pala… y de saber sufrir
Romero no se anduvo con rodeos al analizar el partido: “Sí, al final veníamos toda la semana concienciados de lo que suponía venir aquí, de la intensidad que ellos metían, los duelos, sabíamos que iba a ser súper duro, que íbamos a tener pocas oportunidades, que no se iba a jugar apenas a fútbol por abajo”. Aun así, el equipo perico se adaptó, compitió y ganó. “La verdad es que creo que nos hemos puesto todos el mono de trabajo. Lo principal es que no hemos encajado gol y a partir de ahí hemos aprovechado el balón parado y nos llevamos los tres puntos”, explicó el lateral zurdo.
Una mentalidad ganadora que ya se nota
Para terminar, Carlos Romero dejó una frase que resume muy bien el espíritu con el que el Espanyol ha encarado esta buena racha: “A seguir ganando, a seguir ganando, creo que yo personalmente y todos nos encanta ganar y la verdad es que estamos disfrutando muchísimo y vamos a ir allí a llevarnos los tres puntos”. Esa ambición, mezclada con humildad y trabajo, es justo lo que está convirtiendo a este Espanyol en un equipo de verdad.