Juan José Caseiro cierra 2025 con una de esas piezas que se leen con una copa en la mano y una sonrisa en la cara. El Athletic Club – Espanyol (1-2) da pie a una contracrónica cargada de ironía, emoción y mirada quirúrgica sobre el partidazo de los de Manolo González en Bilbao. Porque sí, el ensayo general de fin de año lo dio el Espanyol… y lo hizo sonando las campanadas desde San Mamés. Pasen y lean.
Campanadas en San Mamés
Cuando solo teníamos dos canales de televisión, se hablaba del primer anuncio del año; después de quién ofrecía la mejor programación y en los últimos años, todos atentos al vestido de una presentadora. Si estuvo a punto de salir Bordalás y Nyom en una votación popular, estamos a tiempo de hacer justicia: Manolo y Dmitrovic dando las campanadas de fin de año. El ensayo en San Mamés les salió de fábula.
Lo que paró Dmitrovic quedó a la vista de todos; lo que ordena y manda lo notó el equipo; impecable Omar superando la prueba del algodón de las tarjetas, Calero y Cabrera están liberados y su conexión volvió a resultar vital y el gol de Romero fue el descorche perfecto de un futbolista champagne.
Pol se dedicó a orbitar alrededor de los pivotes para evitar la salida limpia de balón, Expósito iba ganando valor cuando dejó de traicionarse a su modo de ver el juego y el partido de Urko fue como el sobrenombre del estadio: una catedral.
Iba Dolan para sospechoso y se quitó la acusación con una asistencia a un Milla que marcó como nos gusta que lo hagan los nuestros: dejándose todo. De Roberto me dicen que a estas horas aún sigue presionando la salida de balón.
En estadio con nombre de santo, hasta los que entraron de refuerzo entendieron algo sagrado: había que dejarse el alma. Rubén, Kike, Riedel y Salinas lo hicieron y Jofre incluso lo practicó con devoción.
33 puntos. Se podría escribir y no terminar de las posibilidades que se abren a partir de ahora. Todos los puntos de vista sobre este parón tienen cabida: habrá quien crea que nos cortan la racha y quien piense que estos jabatos merecen descansar. Todo vale. Solo se me ocurre decirles que esa duda la pueden resolver tranquilamente y presumiendo, cuando se sienten a la mesa en estos días. El Espanyol como centro del debate. Que se prepare el ‘cuñao’.
¡De corazón, felices fiestas!
Juan José Caseiro
