El Espanyol ha tenido un relativamente buen comienzo de temporada en términos deportivos, lo que se ha visto reflejado en el hecho de que el RCDE Stadium está atrayendo a una muy buena cifra de espectadores, la mejor de momento de la última década en términos de asistencia. De todos modos, a pesar de las altas cifras de asistencia este año, con un promedio de 23.025 espectadores por encuentro, la capacidad del estadio (40.500 asientos) hace que esté en la parte inferior de Primera división en términos de ocupación, si hablamos de porcentajes. De acuerdo con la información de Transfermarkt, solo se llega al 56,9% de capacidad, la cifra más baja de todos los equipos de LaLiga. Esto ha hecho que algunos medios, de manera muy atrevida, hayan titulado piezas como “El Espanyol tiene el estadio con peor afición de LaLiga”, afortunadamente rectificadas, pero no esconden que aquí hay un problema porque el dato ciertamente puede llevar a engaño.
Desde su apertura en 2009, ha habido discusiones sobre las dimensiones del estadio situado en Cornellà-El Prat. Para algunos es un avance en las metas del club, para otros es una instalación demasiado grande para el tamaño actual de la afición del Espanyol. La verdad es que el estadio sólo roza el lleno en situaciones muy puntuales, a pesar de la lealtad de los seguidores blanquiazules.
Comparaciones que pesan
En el extremo opuesto de la tabla, encontramos estadios como el de Vallecas, de menor tamaño, que muestran cifras impresionantes a nivel de ocupación. El estadio del Rayo Vallecano, con aforo para solo 14.705 personas, encabeza LaLiga en términos de ocupación con un destacado 91,7%, debido a la asistencia promedio de 13.484 espectadores por partido.
San Mamés, donde juega el Athletic Club, el próximo rival de los pericos, tiene un 90,9% de ocupación en sus 55.289 asientos, ocupando así el segundo puesto. Montilivi, del Girona, ocupa la tercera posición con un 90,3% de ocupación. Por otro lado, el RCDE Stadium ocupa el último lugar, seguido por el Coliseum del Getafe (64%) y Son Moix en Mallorca (75%). En el top 10 también figuran La Cerámica (89,7), Balaídos (88,9), Metropolitano (88,3), Santiago Bernabéu (88), Reale Arena (88), Mendizorroza. (87) y Mestalla (86,9). También superan el 80% de asistencia El Sadar (85,5), Butarque (84,3), Benito Villamarín (82,6), Sánchez Pizjuán (82,2) y el Estadio Olímpico Lluis Companys, sede provisional del FC Barcelona, que tiene un aforo de 55.926 personas y un ocupación media del 80,6%. Finalmente, en las últimas posiciones se encuentran el Estadio de Gran Canaria (77,9), José Zorrilla (77,1), Son Moix (75,8), Coliseum (64,5) y el RCDE Stadium (56,9) del Espanyol, con una media de 23.025 espectadores con una aforo de 40.500 plazas.
Incrementar el porcentaje de ocupación sin comprometer la identidad del club, un desafío
La falta de público no es la principal razón de las dificultades para mejorar los porcentajes de asistencia al campo del Espanyol, sino el tamaño del estadio. A pesar de que la asistencia de 23.025 espectadores por partido demuestra un buen apoyo para un equipo que busca consolidarse en Primera, ese número se pierde en un estadio tan grande.
¿Cómo puede el Espanyol cubrir más plazas sin comprometer su identidad como club? Esta situación plantea un dilema para el equipo. Aunque el RCDE Stadium cuenta con instalaciones modernas y un ambiente impresionante, su tamaño puede a la larga ser un inconveniente. También cabe reseñar que por contra, sus dimensiones son un aliciente a la hora de incluir la instalación emblema en el circuito de grandes eventos y espectáculos musicales, algo que como se anunció hace hoy justo un mes, quiere potenciarse con la firma de acuerdos estratégicos.
El Espanyol se enfrenta al desafío de descubrir estrategias que incrementan la asistencia al estadio, ya sea a través de campañas particulares o propuestas para atraer a más seguidores, aunque la clave parece estar en o bien presentar un proyecto deportivo ambicioso, algo que ahora mismo se echa en falta, o apostar por al identificación con el cuerpo técnico y los jugadores, algo que sí se ha logrado con Manolo González, un técnico que ha enganchado a la pericada tanto por su carácter como por su propuesta de juego. Mientras se logra elevar el listón, el equipo continúa siendo respaldado fielmente por sus seguidores, quienes, aunque no ocupan todas las localidades, evidencian en cada encuentro que la pasión por los colores sigue siendo intensa.
