Álvaro Vázquez, exjugador del Espanyol, estuvo presente en el RCDE Stadium el pasado viernes 21 de abril, cuando los blanquiazules empataron ante el Cádiz CF. Cuatro días más tarde, el delantero ha compartido unos minutos con ‘La Grada Ràdio’ para hablar sobre este encuentro y el panorama actual el conjunto perico.
Para empezar, el futbolista ha asegurado que «estoy tranquilo» con la situación del Espanyol, aunque se encuentre en puestos de descenso. Álvaro Vázquez argumenta su esperanza en la permanencia de los blanquiazules en que «vi aspectos en el sistema de Luis García que me gustaron y se están haciendo cosas muy bien en los últimos partidos. Hay que seguir trabajando en esta línea y tenemos el entrenador ideal para ello». Además, recuerda que «la salvación está muy cerca, aunque parezca más lejana por la deriva que ha tomado el club en los últimos años».
Pese a mostrarse optimista sobre el futuro inmediato del Espanyol, Álvaro Vázquez reconoce que el equipo catalán «debe darle una vueltecita a algunas cosas». Según el futbolista de Badalona, uno de los aspectos que puede mejorar el cuadro perico es la confianza en sí mismo: «Si el otro día los jugadores del RCDE llegan a estar limpios de cabeza, hubieran ganado 2-0 porque las dos acciones que acabaron con el balón en el palo habrían sido gol. Cuando estás en esta situación así, te suele pesar el balón y estás pensando constantemente en qué pasará si fallas».
Juega en la India y será padre en breve
En otro capítulo de cosas, Álvaro Vázquez, que mira al Espanyol desde la distancia, lamenta que el club haya perdido algo de hermandad con su afición: «Se ha perdido la unidad y la sensación de familia que transmitía la entidad anteriormente. Ahora, cada uno va por su sitio». Esta reflexión llega de parte de un jugador que conoce bien la casa blanquiazul, ya que se formó como futbolista en la Dani Jarque y jugó en el primer equipo en dos etapas diferentes. Ahora, el atacante juega en el Goa indio, pero se encuentra en España porque la temporada de su equipo ha acabado y, además, está a punto de ser padre.