En pleno verano, durante la retransmisión en directo del Wolfsburg – Espanyol por La Grada Ràdio, un seguidor perico residente en Alemania soltó la bomba: “He visto a un tipo que ha preguntado por Mao Ye en el hotel del equipo”. La escena, contada por Héctor Gimeno, pasó desapercibida para muchos, pero no para los más atentos. Aquel hombre no era cualquiera: se trataba de Alexander Rosen, ex director deportivo del Hoffenheim y persona de absoluta confianza de Alan Pace, el nuevo propietario del Espanyol. Lo que parecía un encuentro informal, ahora cobra mucho más sentido.
Rosen, Garagarza y un saludo con Manolo que ya era aviso
Lo más curioso de aquella jornada fue que no solo Rosen apareció por el hotel, sino que se sentó a charlar largo y tendido con Mao Ye y Fran Garagarza. La conversación fue distendida, sin aparentes prisas, en el bar del mismo hotel. Antes de subir a su habitación, Manolo González también fue presentado, aunque de forma exprés.
Del Hoffenheim a Turf Moor, y de ahí a Cornellà
Rosen, nacido en 1979 en Augsburgo, tiene un currículum de esos que imponen. Como jugador, pasó por clubes como el Eintracht Frankfurt, Osnabrück o el Augsburg, y jugó el Mundial Sub-20 con Alemania. Pero su nombre se hizo grande cuando colgó las botas y empezó a trabajar en el Hoffenheim. Entró en 2010, y en 2013 ya era el jefe del fútbol profesional. Desde entonces, más de diez años como cerebro del área deportiva, hasta que en julio de 2024 fue destituido. El movimiento no gustó nada a la afición del TSG, que protestó contra Dietmar Hopp y el agente Roger Wittmann. Poco después, Rosen se integró como asesor externo de ALK. Su papel no era el de ejecutivo con despacho, sino el de consejero que ayuda a optimizar decisiones futbolísticas.
Garagarza, ingresado, y una dirección deportiva que se reorganiza
El giro de guion ha venido provocado por una situación que nadie quería. Según explicó Sergi Andreu en el podcast Espanyol Reservat, el problema de salud de Fran Garagarza, un golpe duro, sin duda, ha obligado al club a tomar decisiones rápidas pero meditadas.
La respuesta ha sido montar una especie de “comité de emergencia” formado por tres perfiles que ya estaban trabajando desde dentro y que detallaba hace unos días Quique Iglesias. Ellos son Sergio Ortega, histórico del área técnica que llegó con Perarnau hace más de diez años; Ander Garitano, ex futbolista y mano derecha de Garagarza; y Unai Ezcurra, centrado en el análisis de datos y la estructura.
Un comité que se ampliará en enero con nombres de peso
Este trío es quien estará tomando el pulso al mercado de invierno estas semanas, pero la estructura cambiará otra vez cuando arranque enero. Catalunya Ràdio avanzó que a ese comité se sumarán tres figuras de peso: el presidente Alan Pace, el entrenador Manolo González, y, sí, Alexander Rosen.
“El nuevo propietario del Espanyol, Alan Pace, cree mucho en esta figura”, explicaban en el programa, apuntando incluso que Rosen “ha sido clave, muy clave en los fichajes de Riedel y de Dolan”. De hecho, aseguran que a partir de enero será una pieza clave en ese grupo de trabajo que definirá el futuro inmediato del club.
¿Y después qué?
La gran incógnita es qué pasará cuando Garagarza se recupere. ¿Volverá a liderar el área? ¿Pasará Rosen a un papel más protagonista? En Espanyol Reservat lo dejaban en el aire: “Veremos ya si el tiempo de recuperación de Garagarza hace que Alexander Rosen llegue a ser el futuro director deportivo del Espanyol. El tiempo dirá”. Por ahora, lo único seguro es que a partir de enero su nombre va a sonar cada vez más en las decisiones que afecten al proyecto deportivo.