Hace tan solo unos días Adriana Martín cerraba su segunda etapa con el RCD Espanyol. El club blanquiazul anunciaba el pasado sábado 1 de julio la salida de una de las futbolistas más emblemáticas de su historia, que más allá de su participación en dos títulos de la Copa de la Reina y una Liga, la del recordado doblete de la temporada 2005-06, en enero de 2022 decidió volver con el equipo ya en Segunda para intentar ayudarlo a salir del pozo. “Siete temporadas en total de profesionalidad, implicación, compromiso, esfuerzo y dedicación. Gracias por todo, Adriana Martín”, era el mensaje con el que el Espanyol despedía a la futbolista de 36 años, que con mucho dolor se veía obligada a dejar el club que lleva en el corazón.
Con Adriana Martín, hemos hablado este viernes 7 de julio en ‘La Grada Ràdio’ de este doloroso adiós; la futbolista ha reconocido que se encuentra “intentando desconectar de este sentimiento, pero es imposible; es duro, no es lo que quería, pero toca aceptarlo y en ello estoy, en asimilarlo. Es como si fuera una pesadilla y mañana fuese a despertar, pero no”. “Se me comunica que quieren hacer cambios en el vestuario; después oyes cosas como que puede ser por la lesión. Me hubiese gustado sinceridad. Realmente el motivo no lo sé, pero me toca aceptar la decisión del club. Yo soñaba con seguir en el Espanyol”, reconoce Adriana Martín.
En cualquier caso, la delantera rechaza como posibles razones a su salida que esté imposibilitada para jugar a causa de su lesión, y que sea una futbolista perjudicial para la convivencia del equipo: “No estoy impedida para seguir. Cuando la gente ha sabido que no continúo en el Espanyol, he tenido ofertas y las he de valorar; antes también me llegaron, pero las rechacé. Ahora estoy en el proceso de escuchar, valorar y pensar si quiero seguir jugando. Igual que mi físico no era un problema, tampoco creo que lo fue mi presencia en el vestuario. Se me suele considerar una persona que hace piña. En el grupo nunca he tenido una mala relación con nadie, he sido una jugadora de club y he intentado llevar al Espanyol por encima de todo”. La delantera también desliza que puso todas las facilidades para renovar su contrato, pero explica que el club quiso prescindir de sus servicios igualmente: “Rumores siempre existen y a mí me llegó que habría rebaja salarial. Ya no cobramos demasiado, pero yo estaba dispuesta a escuchar. Sin embargo, no hubo opción para ello, me dijeron que no contaban conmigo. Entiendo que si no se consiguen objetivos se tomen decisiones, pero yo no soy directora. No creo que la solución sea cambiar toda la plantilla”.
Como bien apunta Adriana Martín, el Espanyol no ha conseguido el propósito que se marcó antes de comenzar la pasada temporada, el ascenso. La atacante reconoce que haber sido incapaces de subir «es una espina clavada». Además, ha expuesto los motivos que cree que han impedido a las blanquiazules regresar a la máxima categoría: «No hay una explicación real, pero no hemos creado un juego que nos permita tener muchas ocasiones y nos costaba marcar. Eso nos penalizaba mucho. Al final de temporada, sentí que había jugadoras que habían bajado los brazos y ya no estaban motivas. Eso no puede ser».
«No hemos sentido que le importemos al club»
Tras una mala temporada para el Femenino, el panorama actual del equipo no invita al optimismo. Después de trece bajas de futbolistas, el conjunto perico está viviendo un momento muy complicado a nivel de confección de plantilla, ya que solo cuenta con diez jugadoras y no tiene entrenador. Adriana Martín reconoce que “la situación a día de hoy no es fácil; me entristece porque antes venir al Espanyol era un reclamo, es un club que debería ser el orgullo de todas y que te mueras de ganas de vestir la camiseta y ahora no pasa”. El entorno apunta con claridad a Dolors Ribalta y Carol Miranda como culpables de esta situación, pero Adriana es contundente cuando se le pregunta si a nivel de Consejo y propiedad se apuesta por el Femenino: “Sinceramente, no hemos sentido que les importemos. Puedo hablar de mi anterior etapa en el Espanyol y en aquella época sentías que el Femenino era parte del club, ahora te facilitan cosas, pero no hay ese sentimiento de pertenencia al club en el sentido que nos hagan sentir importantes. Yo proponía muchas cosas como ir a escuelas y demás y todo era ‘no’. Yo misma estando lesionada me he sentido abandonada, antes siempre había alguna persona que se preocupaba y ahora no”.
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