Puede que haya quien no sepa que en la Edad Media había la costumbre de dormir en armarios. Un historiador ha rescatado este concepto de las camas armario y vemos cómo eran y, lo más importante, ¿por qué dejamos de usarlas? El hecho de dormir en armarios nos puede parecer una locura hoy en día. No obstante, antes se hacía por diferentes razones.
Dormir en armarios: cómo eran
El hecho de dormir en armarios no era tanto así, sino que se trataba de una especie de camas de madera cerradas, que por fuera parecían lo que hoy conocemos como armarios. Esta costumbre se llevaba a cabo por diversos motivos. En primer lugar, permiten privacidad. En segundo, aíslan de la luz del sol. Pero también son confortables cuando hace frío.
Según detalla la BBC dormir en armarios fue común “entre el Medievo y principios del siglo XX … en toda Europa”. Y continúa: “en pleno XXI esto es bastante extraño, sin embargo los nombres con los que designamos a estos muebles cama-caja o cama cerrada las describen perfectamente”.
El medio de comunicación añade que “aunque había variaciones en cuanto a estética, estatus o detalles ornamentales y estructurales, eran como una especie de armarios gigantes con camas dentro”.
Las camas armario en la literatura
Además, el hecho de dormir en armarios ha sido ilustrado en la literatura y por medio de obras de literatura de artistas como Emily Brontë, Thomas Adolphus o Frances Eleanor. Hay que tener en cuenta que la literatura es fiel en cuanto a estas cosas, ya que aunque se trate de historias de ficción, los objetos y viviendas descritas son las de la época en la mayor parte de los casos.
Solían ser elevados y muchos de ellos tenían cortinas para lograr una mayor privacidad y como ocurre con esas camas con doseles. Tal y como relataron alrededor del año 1840 Thomas y Frances Trollope «es el lugar de descanso de la criada o de cualquier otro miembro de la familia. La abertura, que se deja como único medio de acceso al interior de este retiro, está provista de puertas correderas, generalmente (así como todo el frente de la cama) bellamente talladas. De modo que el ocupante pueda, si así lo desea, encerrarse completamente«, relataban hacia 1840 Thomas y Frances Trollope. Otra referencia que confirma que dormir en armarios era algo común.
Por qué dejamos de usarlas
La BBC tiene muestras de que dormir en armarios era algo que hacían desde quienes tenían posibles, hasta las personas más humildes y campesinas y añade que “este tipo de estructuras fue bastante popular en los hogares de toda Europa, tanto en Gran Bretaña como en el continente, desde la época medieval y hasta inicios del XX”.
Lo que comenta el profesor en historia que desarrolla el tema, es que por aquel entonces, es decir, entre los siglos XIV y XIX tanto Europa como una parte importante de Norteamérica pasaron por una Pequeña Edad del Hielo. Por ello, dormir en armarios era algo que aislaba del frío a quienes tenían que soportar estas temperaturas tan frías sobre todo en determinadas épocas del año. Lo que hay que tener en cuenta es que, parece ser que entonces dejamos de dormir en armarios por las mayores comodidades.
Entonces no había las calefacciones y sistemas de aislamiento en los hogares que hay ahora. Pero, además, por las camas que después fueron surgiendo y ante la menor necesidad de aislarse del entorno directo, el hecho de dormir en armarios ha quedado más que obsoleto.
De hecho, tanto es así que hay a quien impacta el hecho que durante algún tiempo se llevase a cabo esta práctica. Una práctica de la que ya hemos entendido los beneficios y comodidades para la época. No obstante, quizás en algunas zonas del mundo menos cómodas se podría recuperar.
