El cerebro y el entorno, lo son todo. Si realizamos ciertas actividades en nuestro día a día, podremos ver que quizás estas van dándonos mayores habilidades para movernos en el mundo y desarrollar un mejor trabajo, por ejemplo.
No solamente aprendizajes conductuales, sino hábitos físicos. Esta interesante información sobre cómo podemos desarrollar nuestro cerebro está respaldada por Diego Redolar, neurocientífico especializado en el estudio de esta parte fundamental del ser humano.
Caminar genera neuronas
La primera consigna que nos da el experto para poder trabajar en nuestro cerebro es la de generar neuronas nuevas a través de algo tan simple como caminar. En muchos casos pensamos que debemos hacer ejercicios complejos o ir al gimnasio, sin embargo, al caminar además de respirar aire fresco parece que mejoramos nuestro cerebro.
“Caminar treinta minutos diarios —simplemente caminar— fomenta la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, que es esa estructura tan importante para la memoria. Esto tiene una importancia crítica. Una de las cosas que en los años noventa se decía del cerebro adulto es que no se forman nuevas neuronas, que una vez ya desarrollado, tiene las neuronas que tiene y no se forman nuevas neuronas. Hoy sabemos que esto no es así, que se forman nuevas neuronas en un proceso que se llama neurogénesis”, explica el neurocientífico.
Aprender un idioma
Otra de las actividades que nos comenta el experto que contribuyen de forma muy positiva al desarrollo cerebral es la de aprender un idioma. No obstante, añade que aunque “podemos aprender durante toda nuestra vida, lo que pasa es que no tenemos la misma facilidad para aprender cuando tenemos 30 años que cuando tenemos 2 años, porque hay estructuras que son críticas —en este caso en el lenguaje— que en la edad adulta ya han cerrado su proceso de maduración. Y al completarlo, continúan siendo plásticas y nos permiten adquirir nuevos idiomas, pero no lo vamos a adquirir ni con la misma facilidad ni con las mismas competencias”.
Esto anima a que muchas familias incentiven a que sus hijos/as aprendan idiomas cuanto antes mejor, no solamente por las competencias sociales y emocionales que les puedan traer, sino porque puede ayudar a que su cerebro se desarrolle mucho mejor desde el primer momento.
Cómo afecta la tecnología a nuestro cerebro
La tecnología también afecta a nuestro cerebro. De eso ya habíamos oído algo. Algunas de las cosas que hemos oído al respecto son que vídeos tan rápidos como los de redes sociales como TikTok, pueden incluso afectar a la capacidad de concentración o al sistema nervioso.
En cuanto a lo que la tecnología puede hacer de positivo por nuestro cerebro, el científico puntualiza que “el hecho de acceder hoy en día a las tecnologías digitales nos permite tener mucha información y de manera inmediata. Resulta que diferentes funciones cognitivas y las redes neuronales que están detrás de estas están cambiando su manera de funcionar. Antes se potenciaba mucho el poder acceder a la información y una vez la tenías, se debía guardar porque lo difícil era acceder a la información. Ahora no, en la actualidad es justo lo contrario, porque accedemos a mucha información, y lo que se está promoviendo es el funcionamiento de redes neuronales que nos permiten identificar cuál es la información más necesaria y óptima para nosotros”. Cosa que podemos comprobar cuando muchas veces sabemos que un contenido no es exactamente el que estamos buscando al escuchar las primeras palabras.
También añade que “se ha visto que en las personas que lo han utilizado desde muy pequeñitos, la representación en el cerebro de los dedos pulgar e índice ha aumentado”, un dato evolutivo curioso que señala lo importante que está siendo la tecnología en la evolución biológica del ser humano.