La cuenta atrás para el Espanyol – Barça del próximo sábado ya está en marcha, y este lunes La Grada Ràdio ha dedicado buena parte de La Tertulia a desmenuzar todo lo que rodea al partido más especial de la temporada. Bajo la dirección de Francesc Via, han pasado por los micrófonos Jordi Palacio, Víctor Maymó, Carlos Latorre y Enric Monge, en una tertulia marcada por el regreso de Joan García al RCDE Stadium como portero del eterno rival, el debate sobre las redes de seguridad instaladas en los goles, el papel del club en la gestión preventiva de posibles incidentes y, por supuesto, las sensaciones de la afición perica ante un derbi cargado de morbo, historia y orgullo.
Carlos Latorre pide partidos en Navidad: hay ganas de derbi, es un momento ideal
Carlos Latorre rompió el hielo con una mezcla de confesión y reflexión sobre el calendario: «He pasado las Fiestas como todos, comiendo demasiado y esperando al derbi. No entiendo por qué en Espanyol no se juegue en estas épocas, con niños de fiesta y demás. Imagino que será por un tema laboral de los futbolistas«. Un comentario que más de uno firmaría, ya que cuesta pasar el «mono» de 15 días sin fútbol.
El orgullo navideño de los pericos
Víctor Maymó dejó claro que algo está cambiando en casa de los pericos: «Muy orgulloso con ese suegro y ese cuñado que siempre te hacían bromitas con el Espanyol, y con muchos culés diciendo que tienen un relativo miedo al derbi. No me gusta, prefiero que vayan subidos, del otro modo es como nos meten 5«. Un miedo respetuoso que da que pensar.
Jordi Palacio, por su parte, lo resumió así: «No recordaba desde hace muchos años pasar unas Navidades tan tranquilo, con el equipo así, orgullosos… han sido unas Navidades cojonudas y pensando en grande, con un derbi que se acerca. Afrontémoslo como hasta ahora, poniéndolo todo en el césped y si ganamos la victoria valdrá un potosí«.
Joan García, el tema que no se agota
Enric Monge se mostró sereno pero esperanzado cara a la gran cita de dentro de 5 días: «No estoy nervioso, con esa incertidumbre de qué haremos, aunque pienso que algo rascaremos. Espero llegar a los 37 al final de la primera vuelta. Además, iré al campo del Levante«. Pero Latorre le recordó: «Antes de eso está el derbi«. Y ahí se reactivó el debate más caliente.
Redes, medidas de seguridad y fondos señalados
Latorre fue el más irónico con las redes que se están instalando en los goles, lamentando que estén criminalizando a un sector concreto de la afición: «Son hasta arriba del todo en los goles. Eso qué significa, ¿que los animales están en los goles y el resto podemos tirar de todo? Los de los fondos ya quedan marcados…» Monge, más pragmático, zanjó: «Nadie debe tirar nada, por uno que tire algo pringaremos todos«.
Los precedentes pesan: el vasazo de la zona Sponsors
Francesc Via recordó en este sentido un hecho reciente: «La última vez que lanzaron algo, el vasazo al árbitro del Villarreal, fue desde la zona Sponsors. Siempre pagan los de los goles, aunque esta vez está más protegido que se protejan los goles«. Maymó, en un tono reflexivo, añadió: «Se juntan las dos cosas, la zona más caliente de la grada con el hecho de que Joan sea portero. Opinión personal, no sé defender si es una buena o mala medida lo de las redes. Cualquier cosa calentará el derbi, a veces más vale prevenir. Me parece lamentable que por uno que tire algo cierren todo el campo, pero es así, estilo cole«.
Cámaras, control y sensación de estar vigilados
Latorre apuntó como consejo a aquellos que piense dejarse llevar y caer en la tentación de arrojar nada que «hay cámaras de gran precisión que lo captan todo«. Al que pillen, sabe que habrá de abonar 3.000 euros y estar lejos de un espacio deportivo al menos dos años. Y Via fue directo al grano sobre este tema: «La gente se cree que es como antes, que te escudabas en el grupo y si tiras algo no te ven. El que tire, habrá de ser corresponsable de lo que han hecho«. A lo que Latorre ironizó: «Sólo falta que le pongan un bozal a los de La Curva, ya no van ni a poder cantar… desde dentro mismo del club nos han marcado«.
¿Nos están demonizando? El eterno doble rasero
Maymó salió al paso con fuerza: «No demonicemos a la afición del Espanyol, no creo que los estén marcando. Vas por los campos de España, se insulta a todos Cristo y lo que les he dicho a la gente del Barça, lecciones las justas. Nos dicen de todo, de Jarque para arriba, tiran botellas de JB… A veces ves los medios catalanes y es el Ángel contra el demonio. Qué fácil es esto, y aquí o todos putos o todos ángeles. Veremos si lo que el club ha hecho está bien o mal«.
Via contestó desde una perspectiva institucional: «Pero, ¿qué debía hacer el club? Hay gente que ya ha puesto fotos y enlaces de las ratas para tirarlas. Ante eso, es normal que el club se proteja«.
Joan García, entre el agradecimiento y el reproche
Monge, ampliando el objetivo, pidió pasar página del tema Joan García, que ciertamente comienza a cansar y al que en realidad, deportivamente, no se está echando en falta: «Lo teníamos aquí, Joan se fue por 26 millones, hemos podido reconstruir la plantilla, dejémoslo en paz«. Pero Via discrepó, aludiendo a que lo que rodea al fútbol tiene un alto componente emocional: «Eso no puede ser. Te comprendo, pero hemos sido más viscerales que analíticos. Las ofertas que le llegaron a Joan no eran tan atractivas como la del Barça, pero nos hizo daño lo que hizo Joan el último día: el beso al escudo, negar que iba al Barça cuando lo había dicho a sus compañeros… Pero su decisión no puede ser más lógica«.
Latorre fue tajante: «Todo eso lo compro, pero irse donde va, al Barça, ya lleva implícito que oiga lo que oirá el sábado desde la grada«.
El dilema moral del silbido y la indiferencia
Maymó dejó una reflexión con mucha miga: «En el tema Joan he sido muy analítico y cero visceral, me parece bien apretarlo pero nada jode más al culé que decir que todo es perfecto, 25 millones al bolsillo. Que nos vean jodidos es lo que más les puede gustar a los culés. Si no quiere estar aquí, ¿qué vamos a hacer, estar reprimidos todo el tiempo?«. Palacio, por su parte, imaginó una respuesta muy perica: «Lo mejor sería una gran pancarta con Joan dándole el beso al escudo del Espanyol«.
Monge recordó su valor deportivo, defendiendo que «gracias a él estamos en Primera División, ante la UD Las Palmas hizo tres intervenciones clave«. Y Via cerró el círculo: «Y ese día ya lo tenía claro, que se iba al Barça«.
Latorre, con tono duro, lanzó: «Todo eso está muy bien, pero a Courtois le pitan cada vez que va al Metropolitano, no vamos a ser nosotros los grandes samaritanos«. Via, conciliador pero firme, matizó: «Es que una cosa no es incompatible con otra. Ha de admitir que al firmar con el Barça en el paquete le iban los pitos, y el odio. El fútbol no tira de lógica. Hay que admitir todas las situaciones, pero admitiéndolo, no hay que aceptar lo que no sea un comportamiento cívico en forma de lanzamiento«.
Maymó remató el debate con claridad: «No es que haya que no admitirlo, es que hay que condenar lanzamientos, insultos graves, amenazas a él o su familia… No se puede ir a un campo de fútbol con la intención de agredir a una persona«.
La afición, harta de ser el blanco fácil
Víctor Maymó no se mordió la lengua al hablar del dispositivo policial: “Los Mossos tan preocupados por la seguridad podrían estar atentos a que no haya más atropellos en la previa”. Una frase directa, nacida del hartazgo acumulado. Carlos Latorre, en la misma línea, fue aún más explícito: “La afición del Espanyol es la más perjudicada por todo: nos atropellan, nos cierran los bares, nos ponen redes… la prensa del Barça, que es toda, ya puede decir que pobrecitos sus jugadores, que les van a tirar de todo”.
¿Da miedo este Barça?
Tras dejar a un lado el tema Joan García, la tertulia giró hacia lo estrictamente deportivo. La gran pregunta flotó en el ambiente: ¿da miedo este Barça?.
Latorre lo tiene claro: «Por las alineaciones y nombres será un derbi disputado porque en unos y otros hay muchos canteranos, habrán ganas, matrículas cogidas en divisiones inferiores, y eso será bonito para el espectador. Nosotros daremos la cara, estoy seguro, no lo hemos hecho ni en el Bernabéu, no será como otros derbis con paseos del Barça y grandes goleadas barcelonistas. No será como el 2-4 del derbi en que saltó la gente al campo«.
Aquel 2-4 que todavía escuece
Francesc Via le dio la razón pero con matices: «Había muchos temas para que pasase eso, la situación de los dos equipos y que el Espanyol no estuvo a la altura, nos reventaron«. Aquel partido sigue grabado a fuego entre los pericos y marca el deseo colectivo de no repetirlo jamás.
Una defensa en forma, un ataque a la contra
Monge apostó por la solidez defensiva del Espanyol como clave: «Nuestra defensa está bastante final con centrales y laterales en forma. No creo que haya muchos goles«. Y Latorre completó el enfoque: «Nos favorece su defensa adelantada, y que podamos salir a la contra«.
El Espanyol, equipo a batir
Jordi Palacio aportó confianza, explicando cómo entre el seguidor culé ya no hay esa sensación de superioridad aclaparadora de otros años: «Nos tienen mucho respeto, no nos jugarán de cualquier manera; somos el equipo de moda y a batir por muchos«. No se trata solo de fe: el momento del Espanyol y su racha han hecho que incluso rivales históricos midan sus pasos.
¿Un Barça con perfil bajo, más peligroso?
Víctor Maymó se mostró inquieto precisamente por esa modestia, que considera falsa y estratégica: «No me gusta que el Barça tenga ese perfil bajo«. Y Via completó con una advertencia: «En sus últimos partidos están muy finos«.
Maymó, sin rodeos, lo resumió: «Objetivamente tienen un equipazo, no pasa nada por decirlo, y están finos, siempre vienen con un equipo potente; la motivación del Espanyol vendrá de serie, y cualquier lanzamiento irá a favor del Barça, la mejor manera de hacerles daño es ganarles. Creemos mucha presión que afecte a Joan García, aunque es un tío preparado algo le afectará, y hemos de jugar con eso. Como demos argumentos para demonizarnos e estigmatizarnos como afición, lo harán, pensemos que eso ya lo tienen escrito«.