Con el Espanyol instalado en la quinta plaza de LaLiga, cerrando el año con cinco victorias consecutivas, Pol Lozano ha repasado en el diario As un 2025 que difícilmente olvidará. Lo hace desde la calma que da el trabajo bien hecho, pero también con la humildad de quien sabe lo mucho que ha sufrido para llegar hasta aquí. “Un nueve”, dice sin dudar cuando le preguntan qué nota le pone al año del equipo. “Ha sido un año excelente, pero evidentemente tenemos un margen de mejora, por eso lo dejo en un nueve”.
“Nos ha dado la vida”: el efecto Manolo
Buena parte de ese cambio tiene un nombre claro: Manolo González. Para Pol, el técnico ha supuesto mucho más que un entrenador. “Yo creo que la clave, su gran virtud, es que él es muy natural, sincero, habla mucho con el futbolista, y eso nos gusta, porque al final nos transmite tranquilidad”, explica. “Esa naturalidad de Manolo se echaba de menos durante bastantes años, y creo que nos ha dado la vida».
Más allá del sistema o los resultados, Pol Lozano valora la relación directa que tiene con él, incluso cuando le toca no jugar. “Me dice a la cara lo que necesita, lo que no, qué debo hacer. Cuando no juego también sé por qué es”. Y recuerda con una sonrisa aquella frase que el míster soltó el primer día de pretemporada: “Hay que acostumbrarse a ganar”. Fue en el amistoso ante el Peralada, en pleno julio, pero quedó grabada.
El año de la redención
2025 también ha sido un curso de reencuentro personal para el centrocampista, tras superar una dura lesión. “Sí, totalmente. Los jugadores que hemos sufrido muchísimo aquí, con dos descensos, como Cabrera, Calero, Puado… un año así, que es lo mejor que nos puede pasar, no lo queremos dejar escapar”. En ese contexto, habla del sueño europeo con prudencia pero con esperanza: “Me gustaría hacer un buen curso en Primera, por supuesto que me encantaría ir a Europa, y sacarme esa mala sensación”.
Y no olvida la Copa, la espinita que sigue clavada. “Este año, en que estábamos haciendo una buena temporada en la Liga, podíamos hacerlo inolvidable si llegábamos lejos en la Copa. Pero no ha podido ser. Sinceramente, es una pena”.
Sobre Joan García: “Se hace duro, pero es fútbol”
La entrevista también aborda uno de los temas más delicados de estas fiestas: el regreso de Joan García al RCDE Stadium como portero del Barça. Pol se muestra sincero: “No lo sé. Yo no puedo hablar desde el punto de vista de aficionado ni nada. Al final, somos profesionales y ya está… No sé. El pueblo manda, los jugadores somos los que menos participamos en esto”. Pero añade una reflexión que pesa: “Obviamente, yo le he visto como un amigo, ha estado muchos años aquí y hemos compartido mil cosas. Se hace duro, pero es fútbol. No puedo opinar mucho más…”
Cuando le preguntan si le dolió su marcha, tira de experiencia: “Mi mejor amigo, Álex Collado, cuando era pequeño se fue al Barça… quizá eso me generó una coraza. Cada uno es libre de hacer lo que quiera en esta vida, y ya está. Soy una persona que respeta a todo el mundo” Y remata con una frase que suena a madurez: “Yo estoy en el Espanyol, he estado toda mi vida aquí, y eso es lo que importa”.
Cantera y Terrats
Sobre su rol como canterano, Pol también opina con claridad. Cree que crecer dentro del club ayuda a entender mejor lo que significa llevar este escudo. Y, preguntado por Ramon Terrats, reconoce que el salto emocional no es fácil: “Quizá eso le afecta un poco más, porque desde la cantera te vas adaptando y a él le ha venido todo de golpe. Pero yo ahora lo veo bien, tranquilo, y estoy convencido de que nos dará muchísimo.”
Ascensos, derbis y recuerdos
En la charla con As, no faltan guiños al pasado. Recuerda nítidamente la final de Copa del Rey de 2006: “Lo vimos en una tele de tubo, que flipas”, dice entre risas. También rememora sus derbis con el filial: “Nunca perdí contra el Barça B, siempre le gané”, y en especial un 0-1 con gol de Campuzano en el Miniestadi. Y sí, confiesa que le encantaría ganarle al Barça en Liga en Cornellà-El Prat, algo que no ha vivido aún con el primer equipo.
De La Roca al CF Mollet
La última sorpresa llega cuando revela su rol más allá de los terrenos de juego. Pol Lozano está totalmente implicado en el fútbol de base: “Llevo la gestión íntegra del primer equipo del CF La Roca”, y en breve dará el salto con Jaume Bartrés para ayudar también en el CF Mollet. Un proyecto personal que cuida con el mismo cariño que su carrera como jugador profesional.
“No quiero gafarlo, pero estaremos en la pelea seguro”, dice sobre el ascenso con La Roca. Y sobre su día a día fuera del Espanyol, reconoce que no está en la junta, pero sí en el día a día del club, moviendo fichas y trabajando por los suyos.
Agradecimiento en clave perica
La entrevista termina con un mensaje navideño sincero a la afición. “Mi mensaje es sobre todo de agradecimiento. A lo largo de 2025 hemos notado que el estadio ha estado impecable, con más de 20.000 personas en cada partido, fuera lunes o viernes”. Y lanza un deseo para 2026 que suena a promesa: “Estoy segurísimo de que en mayo estaremos celebrando algo bonito”.