Desde que llegó este verano al Espanyol procedente del Elche, a José Salinas no le ha tocado un papel protagonista. El excelente nivel de Carlos Romero le ha cerrado la puerta del once, y más allá de ser titular ante el Villarreal por la decision de la entidad de no abonar la famosa cláusula del miedo para que el de Torrent estuviese sobre el verde, ha jugado 40 minutos en Liga y los dos partidos de Copa. Ha tenido que armarse de paciencia, pero no ha perdido el foco. Y su actitud, como deja claro en las declaraciones que ha hecho a los medios del club, es la de alguien que sabe que su momento llegará: “Sí, está claro, creo que como todo en la vida, todo lleva su proceso de adaptación, al final una ciudad nueva, unos compañeros nuevos, un cuerpo técnico con una idea de juego nueva. Creo que como todo lleva su proceso de adaptación, creo que básicamente ya estoy adaptado y al final trabajo cada día y creo que cada vez estoy más cerca de mi mejor nivel”.
Dinámica ganadora que acelera los días
La semana larga se le está haciendo menos pesada gracias a la racha del equipo, y el ambiente en el vestuario ayuda: “Hoy hemos tenido día de carga de la semana, va a ser un día duro, pero siempre viene bien para preparar lo que viene”, contaba con naturalidad. Y añadía con una sonrisa: “Sí, así es, al final estas semanas se hacen largas, pero como venimos en la dinámica que venimos parece que se pasa más rápido”. Porque cuando todo va bien, hasta los entrenamientos exigentes se encajan mejor.
Un San Mamés con sabor especial
Aunque no es titular habitual, Salinas se siente parte del grupo y vive con ambición cada reto que tiene el equipo por delante. En este caso, el partidazo en San Mamés ante el Athletic Club: “Al final ahora nosotros somos ambiciosos, vamos a ir a San Mamés a por los tres puntos como hemos hecho desde el principio de Liga. Sería muy bonito despedir el año no, pero irnos a Navidad de la mejor manera posible”. El mensaje es claro: ni el escenario impone ni el rival les frena.
Un momento dulce… pero mejorable
El Espanyol llega con cuatro victorias seguidas, pero Salinas no se conforma: “No sabría decirte si es el mejor momento o no, creo que siempre se puede mejorar, pero si es cierto no nos vamos a engañar que estamos en un momento muy bueno. Después de cuatro victorias consecutivas creo que es un escenario ideal. Pero bueno, creo que somos ambiciosos, desde dentro nos lo transmiten así y siempre se puede mejorar y ya te digo, queremos ganar esta semana para conseguir la quinta”. Mentalidad de equipo grande, sin medias tintas.
El mensaje de Manolo, grabado a fuego
Una de las cosas que más valora Salinas es la claridad con la que el cuerpo técnico les ha marcado el camino desde el primer día: “Desde el primer día de pretemporada el cuerpo técnico nos ha transmitido que hay que ganar. Es importante ganar, sea contra quien sea y sea como sea. Eso ha sido muy importante, creo que el equipo está en una dinámica muy buena y creo que aparte el trabajo del día a día es muy importante en este equipo”. Y aunque él haya tenido menos minutos, se nota que se siente útil y comprometido.
Cautela ante un Athletic muy físico
Para cerrar, el lateral izquierdo ha querido lanzar una advertencia: no será fácil. “Al final obviamente va a ser un partido muy difícil allí, pero bueno, venimos en dinámica buena y tenemos esas ganas de ganar allí. Al final nosotros centrándonos en lo que nos toca, en lo que podemos controlar y en hacer nuestro plan de partida lo mejor posible para llegar allí y ganar”, explicaba. Y remató el análisis hablando del rival: “Es un equipo que sabemos que nos va a apretar mucho, no nos va a dejar controlar el balón. Creo que es un equipo que físicamente está a otro nivel y nosotros tenemos que saber eso y plasmar el plan de partida a la perfección para poder ganar allí”.
El mensaje de José Salinas es el de alguien que no pierde la fe ni el compromiso aunque le toque esperar su oportunidad. Y en este Espanyol de Manolo González, eso suele tener recompensa.