El Espanyol ha vuelto a sacar el pico y la pala para sumar tres puntos de oro ante el Getafe en el Coliseum. Lo ha hecho con un cabezazo impecable de Leandro Cabrera, que ha decantado un partido espeso, de esos que se ganan más con alma que con balón. El central uruguayo ha hablado tras el encuentro con esa serenidad que lo caracteriza, dejando claro que lo que cuenta aquí es el colectivo: “Todo lo que sea ayudar al equipo es bienvenido, otra victoria más en un campo muy difícil, posiblemente de los más difíciles que hay que visitar para todos los equipos de la Liga, 30 puntos importantísimos que siguen animando al equipo y la afición, muy felices”.
Cabrera adelanta al RCD Espanyol en el Coliseum. #LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/RpPyhMV9LO
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El Espanyol ya no es un recién ascendido: es un equipo de arriba
Con este triunfo, el Espanyol encadena cuatro victorias por primera vez desde 2009. Son ya 30 puntos en 16 jornadas, una cifra que lo consolida en la quinta plaza, y todo ello tras haber regresado de Segunda el curso pasado. Cabrera no quiere olvidar de dónde viene el equipo, pero sí deja claro que hay que mirar arriba: “El Espanyol es un histórico pese a esos últimos años más turbulentos, nosotros siempre orgullosos de representar al equipo y que la gente se sienta identificada”. Y la afición, desde luego, se siente. Cada jornada que pasa, este grupo de Manolo González se va ganando más el respeto de la categoría.
Un partido feo, trabajado y que se decidió por detalles
El propio Cabrera ha reconocido que el partido no fue bonito, pero sí maduro: “Nosotros habíamos visto en la semana dónde nos podían hacer daño, en la presión alta, van a duelos en todo el campo, igual no hicimos lo que estamos acostumbrados pero sí lo que el partido requería”. El Espanyol aguantó la embestida del Getafe en la primera parte y supo golpear en el momento justo. Luego, cerró filas con orden, sin sufrir apenas. Profesionalismo puro. Sin florituras, pero con eficacia: “La verdad es que el equipo hizo un grandísimo trabajo en uno de los estadios más complicados de visitar para todos los equipos de la Liga. Creo que hicimos el partido que había que hacer. Igual no el partido más bonito, pero creo que el que más nos beneficiaba a nosotros”.
El Espanyol rompe su techo: cuatro victorias seguidas
Con este 0-1, el Espanyol de Manolo González ha encadenado cuatro triunfos ligueros, algo que como decimos no se lograba desde 2009. “De esto me enteré hace poco, no tenía ni idea”, confesó Cabrera. Pero no quiere que eso les distraiga del foco: “Creo que no son objetivos que nosotros nos planteamos de romper récords o de llegar a estadísticas. Sino más bien de tener una identidad, de ser reconocible siempre. Creo que está pasando. Ya lo he dicho en otras ocasiones, el objetivo siempre de nosotros es que la gente se sienta representada por el espíritu, aparte de por el juego. Una cosa está ayudando a la otra, la unión del equipo con la afición, la convicción del camino que estamos tomando y en consecuencia los buenos resultados”.
Europa, sí… pero sin obsesión
En la quinta plaza con 30 puntos y un partido menos, Europa está más cerca que nunca. Aunque Cabrera insiste en que dentro del vestuario no se convierte en tema de conversación diaria: “Lo comentaba, llevas muchas semanas en esa situación, en esa clasificación. De momento y todavía no tenemos que centrarnos en eso, porque lo más importante es ir fin de semana tras fin de semana. Tenemos un camino marcado que lo estamos siguiendo y creo que desviarnos de eso nos puede perjudicar”. Eso sí, reconoce lo evidente: “Obviamente, es innegable que ilusiona, pero lo importante es estar ahí a final de temporada y para estar ahí no hay que confundirse”.
Goles de estrategia: “La clave es tener un gran lanzador”
Cabrera volvió a marcar de cabeza, otra vez a balón parado, otra vez a pase de Edu Expósito. Y en ese sentido, el central dejó claro que el secreto no es tan secreto: “La clave siempre es tener un gran lanzador, en este caso lo tenemos. Y después cuando no es uno, es el otro, porque al final si te das cuenta, si no soy yo, ha sido Kike, si no ha sido Pere”. Lo explicó con una anécdota personal: “A mí me pasó un año con el Numancia, Julio Álvarez. Ponía los balones que daba igual quién fuera a cabecear, que era gol. Entonces creo que la clave es esa, tener un gran lanzador. Nosotros tenemos a Edu y obviamente lo trabajamos, pero desde la temporada pasada estamos teniendo ese punto fuerte”.
Sobre el tiempo dedicado a ensayar, Cabrera fue honesto: “La verdad es que le dedicamos el día antes del partido y un poco más”. Suficiente, visto lo visto.
Tercer defensa con más goles del siglo XXI en el Espanyol
Con su diana en el Coliseum, Cabrera se convirtió en el tercer defensa que más goles ha hecho con el Espanyol en el siglo XXI. “La verdad es que no lo sabía. Es un orgullo y ojalá, no sé cuánto será el segundo, pero cuanto antes llegue, quiere decir que antes voy a poder ayudar al equipo”, respondió con naturalidad.
El binomio con Calero, en su mejor momento
Cabrera quiso poner en valor su sociedad con Fernando Calero, su compañero inseparable atrás: “No lo comentamos, pero los dos, yo lo siento y creo que él también, que estamos en un buen momento”. Aunque rehúyen del triunfalismo: “Como lo hemos pasado de todos colores, tampoco queremos sacar mucho del pecho para adelante, porque ya sabemos que el fútbol y la vida, cuando vas que te ha crecido, te la devuelves. Estamos muy contentos, no lo hemos hablado, lo sabemos. Hay que mantener el rumbo y no parar”.
Regreso a casa con dedicatoria y recuerdo especial
Para Cabrera, el partido también tenía un punto emocional. Getafe fue su casa y eso se notó en su reacción tras el gol: nada de celebraciones desmedidas, solo respeto y memoria: “Sí, muy especial. Ya había tenido oportunidad de marcar al Getafe pero en casa. Aquí pasé algunos de los mejores años de mi vida, tengo un gran recuerdo de la gente que trabaja en el club, alguno se queda con resquemor pero es el fútbol, me quedo con la gente que me tiene cariño”. Gesto de capitán. De los que suman dentro y fuera.