El presidente Chen Yansheng llegará a Barcelona la próxima semana y entre las diversas tareas que le aguardan está abordar la situación de Raúl de Tomás. El mandatario chino debe dejar claro los criterios para desencallar una cuestión que, en estos momentos no arroja visos de solución.
Las visitas de Chen han coincidido usualmente con las diversas ventanas de mercado. Esta vez sucederá lo mismo, en un mercado muy especial, porque está en juego el futuro de un jugador que supone un elemento destacado en el aspecto deportivo y económico. El presidente quiere monitorizar este tema personalmente. Todas las grandes decisiones deportivas han pasado siempre por sus manos, y esta vez no va a ser una excepción.
Para empezar, Chen debe resolver la gran incógnita: qué cantidad acepta el Espanyol para dar salida al jugador. Pese a que el club públicamente se ha remitido siempre a la cláusula, lo cierto es que la cantidad por la cual Raúl de Tomás cambiaría de camiseta sería menos de la mitad, unos 30 millones de euros. En estos momentos no existe ninguna oferta sobre el jugador, ni por esta cantidad ni por ninguna otra, pero se espera que en la recta final del mercado puedan llegar opciones a la baja. Ahí es cuando será clave el criterio del presidente, para ver qué cantidades se consideran mínimas y que sucede con Raúl de Tomás si llegan ofertas que no son satisfactorias. Una cosa es el criterio de la dirección deportiva o el del entrenador, pero quien tendrá la última palabra es el presidente y propietario.
Por otra parte, si no se produce la salida del jugador, Chen Yansheng también deberá intervenir para dilucidar que sucede con el futuro mismo y en qué términos, si se mantiene la actual situación de desencuentro. Como hemos comentado, se trata del principal valor económico y deportivo de la plantilla y resulta evidente que el Espanyol no lo va a regalar, pero el criterio del presidente clarificará su camino.
